La Fuerza Aérea de Estados Unidos efectuó un despliegue inédito hacia Europa el pasado lunes, trasladando aproximadamente 30 aviones cisterna, modelos KC‑135 y KC‑46, junto con cazas de última generación F‑22 y F‑35 hacia bases en Alemania, España, Italia y Reino Unido. Si bien el Pentágono no ha detallado los destinos finales, el movimiento es parte de un contundente refuerzo de las capacidades defensivas en la región.

La llegada de los aviones de reabastecimiento aéreo inició la noche del 15 hacia el 16 de junio, con aterrizajes en puntos clave como Ramstein (Alemania), Morón y Rota (España), Aviano (Italia) y Prestwick (Reino Unido). Tras cruzar el Atlántico, algunos cisterna fueron avistados sobre los Balcanes antes de seguir hacia probabilidades como Grecia y Turquía.

Horas después del operativo, fuentes oficiales confirmaron que cazas F‑22 y F‑35 también fueron enviados, consolidando el despliegue defensivo.

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, enfatizó el carácter preventivo de la acción: “Nuestro objetivo prioritario es proteger a las fuerzas estadounidenses y elevar nuestra postura defensiva en la región”.

Este refuerzo aéreo coincide con el creciente enfrentamiento entre Israel e Irán, donde Estados Unidos ya cuenta con unos 40,000 efectivos en Medio Oriente, incluyendo sistemas de defensa aérea, cazas y buques de guerra, en anticipación a posibles escaladas.

Analistas coinciden en que el envío de aviones cisterna indica preparación para operaciones prolongadas, y su presencia también ofrece apoyo logístico vital para misiones de combate en caso de necesidad.