Los desterrados | Dobleces

El apretón a los exgobernadores, Silvano Aureoles, de Michoacán, y Cuauhtémoc Blanco, de Morelos, es una advertencia para la oposición y los de casa. Aplicación de la ley. El gobierno necesita un golpe de autoridad ejemplar, de lo contrario la lucha contra los infractores de la ley quedará en una prolongada e inconclusa intención política.
Silvano Aureoles tuvo todo lo que un político de nuevo cuño de izquierda podía aspirar. Incluso, jugó con la posibilidad de ser abanderado de la oposición para la presidencia el año pasado. Jesús Zambrano le fomentó la idea y lo placeó. Ahora, el michoacano es un fugitivo.
Mismo camino comenzó a trazar Cuauhtémoc Blanco. Llegó a la gubernatura de Morelos y rompió con su socio y creador político Hugo Eric Flores Cervantes; el exfutobolista quiso más y coqueteó con la idea de ser Jefe de Gobierno de la Ciudad y ahora es legislador del partido en el poder. Tiene todo, pero está un paso de ser desaforado.
La gestión del Cuauh fue un fracaso rotundo, marcado por la corrupción, la incompetencia y el desprecio por el bienestar de la población. Y los escándalos lo persiguen.
Una equivocación en ambos casos, por parte de la cuatroté, y se pierde la credibilidad ganada con el bono democrático de junio de 2024. A Silvano Aureoles y a Cuauhtémoc Blanco les sobran malquerientes, dentro de la esfera política como dentro.
El diputado Cuauhtémoc Blanco es incómodo a Morena. Al interior de la bancada del partido en el poder, la consigna es la aplicación de una de las frases juaristas: “ley a secas”. Sostenerlo dentro del partido es arriesgado con las acusaciones de desfalco por la interpretación de corrupción que conlleva.
Sin embargo, el Fiscal General de Morelo, Edgar Maldonado Ceballos afirmó que la dependencia entregó a la Cámara de Diputados, la carpeta de investigación que se integró contra el exgobernador Cuauhtémoc Blanco, por el delito de violación en grado de tentativa. Ahora, está en manos de su creador político Hugo Eric Flores el acelerar el proceso de desafuero. Su carrera se tambalea.
Mientras tanto, el ahora experredista, Silvano Aureoles es prófugo de la justicia y la Fiscalía General de la República (FGR) aún realiza investigaciones para localizarlo, ya que su paradero se desconoce.
La última jugada de Silvano Aureoles contra Morena fue buscar audiencia con el expresidente y presentar una carpeta azul.
Los errores políticos de ambos se cobran. Desbordaron ambición. Ese fue su mal. La cuatroté necesita un resultado contundente. Estos casos son el botón de muestra para exhibir que la oposición mantiene los mismos vicios de antaño y sé es implacable.
La descomposición de la clase política se mantiene vigente. La crisis de los dos exgobernadores es conocida y los casos no son aislados. La ruptura del poder económico y político, está en estos casos y, se debe consolidar. Sin embargo, la cuatroté debe evitar la “justicia selectiva”.
@imendozape