El conflicto en la Facultad de Medicina ha destapado graves problemas en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), lo que ha provocado paros en todas las facultades de Ciudad Universitaria y del área del Centro Histórico debido a diversas quejas. Entre las principales se encuentran el acoso por parte de maestros, la falta de docentes y la negativa de la rectora Lilia Cedillo a entablar diálogo con los estudiantes.

Esta manifestación surgió tras la renuncia del director de la Facultad de Medicina y la designación de un director interino. Sin embargo, aún no se ha resulto, lo que llevó a los alumnos de otras facultades de Ciudad Universitaria a iniciar un paro desde la noche del miércoles 26 de febrero.

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En este marco, personal administrativo estuvo difundiendo mensajes sobre la posible toma de las instalaciones por parte de los estudiantes.

“Buenas noches a todos. Les informo que en este momento un grupo de estudiantes está tomando Ciudad Universitaria. Si están allá por favor salgan en este momento por qué van a cerrar los accesos”, fue el anuncio que círculo por WhatsApp entre el personal de la Universidad.

Por ello, las instalaciones de CU amanecieron cerradas, con presencia de personal de seguridad y alumnado, mientras que solo se permitió el acceso a docentes con experimentos y a administrativos responsables de áreas con animales o seres vivos.

Incluso la entrada a la prensa también fue restringido, aunque algunos reporteros y fotógrafos fueron autorizados a ingresar para tomar imágenes de las consignas en la Torres de Rectoría.

“Lo que tenemos en común todas las facultades, es el acoso que se vive, de todo tipo, y también del nepotismo que hay en la contratación de docentes, y la promoción”, fueron las quejas de los alumnos de las distintas facultades en CU, quienes durante el recorrido solicitaron no ser grabados en vídeo.

“Sobrecupo, falta de docentes, falta de herramientas, malas instalaciones, secretarias ineficientes, encubrimiento a maestros señalados por acoso en todas sus modalidades e incompetentes”, son las consignas escritas en distintas cartulinas en la Torre de Rectoría.

En este contexto, los estudiantes expresaron sentirse indignados por la respuesta de la rectora Lilia Cedillo, quien denunció intereses ajenos involucrados en la movilización de la Facultad de Medicina y en los posteriores paros.

“Sabemos que en todos los movimientos siempre hay manos detrás que buscan beneficio, pero nosotros estamos haciendo un movimiento de universitarios para universitarios, rechazamos nosotros cualquier actitud de violencia o agresividad ya que nuestro movimiento es pacífico”, afirmaron.

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Aclararon que se trata de un paro pacífico en el que exigen que las demandas mencionadas sean atendidas por la rectoría, reiterando que no son porros ni grupos de choque. De no haber una respuesta satisfactoria, advirtieron que podrían exigir la renuncia de la rectora, recordando que la reforma a la Ley Universitaria de 2023, avalada por el Congreso, aumentó la edad límite para ser rector a 64 años, lo que permitió la reelección de la actual rectora.

“Se pide también la destitución de la rectora porque no está haciendo acto de presencia a los llamados que está haciendo la comunidad universitaria, como sucedió desde el conflicto con la Facultad de Medicina”, expresó un estudiante de la Facultad de Administración.

Finalmente, señalaron que no están en huelga, sino en un paro pacífico, No obstante, advirtieron que, de continuar con la política de puertas cerradas, el conflicto podría escalar.

Editora: Socorro Juárez

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