Tren de Aragua, la nueva Mara | Tremores
Tremores. Bien lo dijeron los periodistas Leticia Montagner y Álvaro Ramírez, así como el doctor José Ojeda Bustamante en el programa Viralidad Social, que se transmite en el canal de YouTube de MGM Noticias y Magma Media: Donald Trump no está en contra de toda la migración, sino de una pandilla en particular que anda asolando varios condados. Es decir, aguas con esa banda venezolana llamada Tren de Aragua. Es la que se hizo viral por, literal, secuestrar edificios completos y asolar a la capital del estado de Colorado, Denver, en Estados Unidos. Este grupo criminal tiene bases en la cárcel de Tocorón y la lidera Héctor “Niño” Guerrero. Según la fundación dedicada al estudio y a la investigación de amenazas, InSight Crime, tiene presencia en 6 estados venezolanos y en países como Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Estados Unidos y México, con un incremento en sus actividades en el extranjero desde el año 2020. Se dedican a la extorsión, secuestro, robo, homicidio, pasando al narcotráfico y al contrabando. En el país, tiene presencia en el estado de Chihuahua, teniendo como punto de operaciones Ciudad Juárez, donde se le vincula con el tráfico de personas, minería ilegal, así como el tráfico de sustancias como la cocaína y el éxtasis. En la Unión Americana, según el Departamento de Estado, hay tres cabecillas identificados: Héctor Rusthenford Guerrero, alias “Niño Guerrero”; Yohan José Romero, alias “Johan Petrica”; y Giovanny San Vicente, alias “Giovanny” y/o “Viejo Viejo” y/o “El Viejo”. Es otro tema más que tiene que ver con la seguridad fronteriza y dentro de la agenda binacional. No más acuérdense de la Mara Salvatrucha y sus fechorías.
¿O no?
Confirmado el boquete
El alcalde Pepe Chedraui fue tajante: los de la gestión anterior, que empezó Eduardo Rivera y terminó Adán Domínguez, dejó pagos pendientes por unos 500 millones de pesos. Es decir, estaríamos ante un súper boquete financiero de pronóstico reservado. Se le debe a proveedores, bueno, hasta el Internet de Telmex que no se pagó. Caray. La pregunta más lógica es ¿quién se llevó la lana? Otra sería ¿para qué la usaron? No creemos, desde esta redacción, que sea por un simple error, como quiso maquillarlo el entonces tesorero Omar Coyopol. O que el ahora exedil sustituto haya aprobado bonos de fin de trienio. Eso sería sólo un piquito del mundo de dinero que está desaparecido de las arcas municipales. Lo que sí es un hecho: podrán esconder la mano que se hurtó, literal, el dinero público, pero no la que gasta, o gastó. ¿Les suena la búsqueda de una gubernatura? ¿O la dirigencia de un partido político? Con razón hubo un salto cuántico de la aldea al plano nacional. Que conste, son preguntas.
¿O no?