De Atlixco, al silencio de Teuchitlán
No hay palabras suficientes que describan la angustia de una madre que viaja con la tenue esperanza de encontrar a su hijo y, al mismo tiempo, con el pavor de confirmar sus peores temores. Pero lo más indignante es la frialdad de las autoridades de Jalisco, quienes apenas han dado explicaciones, como si los reclamos de una madre pudieran diluirse en trámites burocráticos.