Congreso de Puebla aprueba solo 6% de iniciativas en el periodo ordinario y concentra avales en agenda del Ejecutivo
El Congreso del Estado de Puebla cerró el primer periodo ordinario del segundo año de la LXII Legislatura con una baja efectividad legislativa, al aprobar únicamente 6% de las iniciativas presentadas entre el 15 de septiembre y el 15 de diciembre de 2025. De acuerdo con los registros oficiales del Poder Legislativo local, durante ese lapso se ingresaron 335 propuestas, de las cuales solo una veintena logró ser discutida y avalada por el pleno.
El balance legislativo muestra un marcado contraste entre el desempeño de las iniciativas impulsadas por el Poder Ejecutivo y aquellas promovidas por diputadas y diputados locales. El gobierno estatal presentó 25 iniciativas, de las cuales 19 fueron aprobadas, lo que equivale a una tasa de éxito del 80%. Entre los dictámenes avalados se encuentran el Paquete Fiscal 2026, autorizaciones para comodatos y donaciones de inmuebles públicos, así como reformas al Código Penal y ajustes normativos relacionados con la operación de organismos de servicios de salud.
En sentido opuesto, la mayoría de las iniciativas formuladas por legisladores de distintas fuerzas políticas permanece en comisiones, sin dictamen ni fecha definida para su discusión. Dentro del grupo parlamentario de Morena, se registró una alta productividad en número de propuestas presentadas, pero ninguna ha sido aprobada hasta el cierre del periodo. La misma situación se replica en la bancada del PRI y en legisladores del PAN y otras fuerzas políticas, cuyas iniciativas continúan en rezago legislativo.
Además de las propuestas del Ejecutivo, el Congreso únicamente avaló cuatro iniciativas adicionales: dos impulsadas por la Junta de Gobierno y Coordinación Política para permitir el endeudamiento de los 217 ayuntamientos, y dos reformas de origen federal, una en materia de extorsión y otra relacionada con Protección Civil. Esto confirma que la actividad parlamentaria estuvo enfocada principalmente en temas administrativos y de coordinación intergubernamental, dejando en segundo plano las agendas individuales de los representantes populares.
El bajo porcentaje de iniciativas aprobadas no es un fenómeno aislado. De acuerdo con el Censo Nacional de Poderes Legislativos Estatales del Inegi, en años recientes los congresos locales del país aprueban, en promedio, menos del 15 por ciento de las iniciativas que reciben, con una tendencia a priorizar las propuestas enviadas por los ejecutivos estatales. Puebla se ubica por debajo de esa media nacional, lo que refuerza la percepción de un rezago estructural en el trabajo legislativo y de una agenda dominada por las necesidades del gobierno en turno.
Este escenario plantea cuestionamientos sobre la función deliberativa del Congreso, la eficiencia de las comisiones y la capacidad de los legisladores para convertir su actividad propositiva en leyes vigentes. Con más del 90 por ciento de las iniciativas congeladas, el Poder Legislativo poblano enfrentará en 2026 el reto de reducir el rezago acumulado y reactivar una agenda parlamentaria que refleje de manera más equilibrada las demandas sociales y la representación política plural.




