2025 deja crisis de paros y protestas en tecnológicos de Puebla con reclamos de opacidad y falta de rendición de cuentas
La red de institutos tecnológicos del estado de Puebla cerró 2025 con la reiteración de conflictos internos, paros estudiantiles y denuncias de falta de transparencia administrativa, que se repitieron en varios planteles estatales y ponen en evidencia una problemática estructural que las autoridades educativas deberán abordar en 2026.
Entre los planteles con mayores tensiones se encuentran los de San Martín Texmelucan, Tehuacán, Ajalpan, Tlatlauquitepec y Libres, donde las comunidades estudiantiles han expresado inconformidades diversas a lo largo del año.
En cada caso, las protestas surgieron ante reclamos que van desde acusaciones de abuso de autoridad y manejo discrecional de recursos, hasta exigencias de mayor claridad en trámites académicos y administrativos. En varios planteles, los estudiantes recurrieron a la suspensión de clases y bloqueos como medida de presión, con el objetivo de forzar la atención de sus demandas, ya que —según testimonios recopilados por medios estatales— perciben que los canales internos de atención no los han escuchado eficazmente.
En el Tecnológico de San Martín Texmelucan, la crisis obligó a la Secretaría de Educación Pública (SEP) estatal a reconocer que los acuerdos internos no fueron suficientes para disipar la conflictividad, recurriendo a la designación de figuras comisionadas externas para restablecer operaciones, sin aclarar aún los hallazgos de investigaciones internas.
El plantel de Tehuacán fue uno de los focos más prolongados de tensión durante el año, con acusaciones persistentes sobre falta de rendición de cuentas en recursos, procesos académicos y decisiones administrativas, lo que profundizó la polarización entre estudiantes y autoridades, según registros periodísticos.
En la región de Ajalpan, los paros estudiantiles llevaron a la firma de compromisos formales para atender demandas, pero el retorno a las aulas se dio en medio de desconfianza por la ausencia de plazos y sanciones claras para responsables de irregularidades denunciadas.
Situaciones similares se presentaron en Tlatlauquitepec y Libres, donde la comunidad estudiantil señaló que la normalización de paros indica fallas en los mecanismos institucionales de atención de quejas y la percepción de que sólo la protesta visible genera reacciones de las autoridades.
Especialistas consultados por la prensa local han señalado que estas manifestaciones reflejan un patrón que va más allá de quejas aisladas: canales internos de atención que no funcionan adecuadamente, falta de transparencia en la gestión y respuestas administrativas que priorizan la contención de conflictos sobre esclarecimiento y rendición de cuentas.
Panorama para 2026: El recuento de 2025 sugiere que la estabilidad de los institutos tecnológicos poblados dependerá de la capacidad de las autoridades educativas para establecer protocolos verificables de rendición de cuentas, mecanismos claros para atender quejas sin represalias y la apertura de información pública sobre investigaciones internas. De no trascender las soluciones administrativas temporales, los especialistas advierten que el ciclo de inconformidad y reincidencia podría prolongarse en el próximo ejercicio.
Según datos oficiales del presupuesto estatal, en 2024 los institutos tecnológicos de Puebla atendían a más de 17 000 estudiantes matriculados en 13 planteles, lo que subraya la magnitud del universo educativo afectado por las crisis institucionales reciente.



