Comerciantes de Teherán protestan y paralizan mercados por desplome histórico de la moneda iraní
Comerciantes y propietarios de tiendas en Teherán, capital de Irán, realizaron protestas y huelgas en mercados y centros comerciales emblemáticos de la ciudad, en respuesta al desplome histórico del rial, el encarecimiento del dólar, la inflación y lo que califican como una mala gestión económica por parte del régimen iraní.
Durante la tarde de este domingo se registraron cierres y concentraciones en zonas comerciales clave como Alaeddin, Charsou, el mercado de hierro y otros puntos estratégicos de la capital. Las manifestaciones incluyeron cánticos contra el régimen de Ali Khamenei y expresiones de rechazo ante la acelerada depreciación de la moneda nacional, que ha dificultado la continuidad de la actividad comercial.
El mercado de hierro, uno de los sectores más afectados por el alza de precios, suspendió completamente sus actividades, sumándose a los cierres en otros distritos comerciales. En un comunicado difundido entre los sectores en huelga, comerciantes señalaron que “el bazar está unido, y ninguna fuerza puede silenciar nuestra voz”, y exigieron unidad y defensa de sus derechos frente a la crisis económica.
Las protestas se extendieron a otros puntos de la ciudad, como el mercado de electrodomésticos de Shoush y la zona comercial de Pakdasht, donde vendedores de telefonía móvil también paralizaron sus actividades. En Lalehzar, uno de los distritos comerciales más antiguos de Teherán, propietarios y vendedores convocaron a un paro general para este lunes y advirtieron que las protestas continuarán mientras no haya cambios en la situación económica.
Durante las movilizaciones, los participantes corearon consignas contra la cúpula gobernante, entre ellas el lema “deshonra, deshonra”, dirigido a los responsables de la crisis. Los comerciantes denunciaron que la caída del rial ha encarecido productos importados y afectado gravemente sectores como el del oro, electrónicos y bienes básicos, además de reducir la demanda por el empobrecimiento de la población.
Las acciones recibieron respaldo de figuras públicas y opositoras. El músico y activista Toomaj Salehi afirmó que la crisis económica está “aplastando” a los ciudadanos comunes, mientras una élite se beneficia del alza del dólar y del oro. Desde el exilio, el príncipe Reza Pahlavi reiteró su llamado a la desobediencia civil y las huelgas como mecanismos de presión, subrayando la importancia de la unidad social.
Las protestas de comerciantes en Teherán reflejan el profundo malestar social que atraviesa Irán, donde la inflación y la devaluación de la moneda han erosionado la confianza en las instituciones y aumentado la presión económica sobre empresarios, trabajadores y consumidores.
El movimiento de cierres y huelgas expone la magnitud de la crisis y el desafío que enfrenta el régimen para recuperar la estabilidad económica y política en un contexto de creciente inconformidad social.



