Durante los meses de noviembre y diciembre, el programa Línea de Vida registró un incremento estacional en la solicitud de apoyo psicológico, un periodo que especialistas identifican como de alto riesgo para la salud mental. En el cierre de 2025, se observó un aumento significativo de mujeres que buscaron atención tras enfrentar crisis emocionales vinculadas a diagnósticos de enfermedades de transmisión sexual, particularmente el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).

De acuerdo con el análisis del programa, este comportamiento responde a una combinación de factores como la depresión estacional, los procesos de introspección propios del cierre de año y la carga emocional asociada a balances personales. No obstante, la idea suicida —con un promedio mensual de entre 12 y 16 llamadas que presentan riesgo real— suele estar relacionada con problemáticas estructurales más profundas.

Entre los factores recurrentes identificados se encuentran violencia familiar, antecedentes de agresiones sexuales, abandono, así como adicciones, situaciones que generan rupturas emocionales y un deterioro progresivo de la salud mental. En estos casos, la idea de cometer suicidio no se presenta de manera aislada, sino como una manifestación de sufrimientos acumulados.

La atención que brinda Línea de Vida se sustenta en un protocolo integral, que inicia con la escucha activa como mecanismo de contención inmediata, seguido de un proceso de seguimiento que puede extenderse hasta cuatro sesiones iniciales para evaluar la gravedad del caso. Posteriormente, las personas usuarias pueden ser canalizadas a servicios presenciales gratuitos, que incluyen atención psicológica, médica, trabajo social y asesoría jurídica.

El enfoque del programa parte del reconocimiento de que quienes atraviesan estas crisis perciben el suicidio como una salida ante un sufrimiento que consideran insuperable. Por ello, la estrategia institucional busca construir redes de apoyo, atender las causas de fondo del padecimiento emocional y garantizar el acceso a servicios de salud mental, especialmente para población en situación de vulnerabilidad.