El exalcalde de Chignahuapan, Lorenzo Rivera Nava, negó que exista una orden de aprehensión en su contra y calificó como infundadas las versiones que lo vinculan con un proceso penal. Desde la sede del PRI en la capital poblana, el también aspirante a la dirigencia estatal del partido aseguró que no ha sido notificado por ninguna autoridad y que desconoce cualquier denuncia formal en su contra.

Rivera Nava sostuvo que el documento que circuló en días recientes, en el que se menciona un presunto mandato judicial fechado en marzo de 2024, forma parte de una estrategia recurrente para desacreditarlo cada vez que participa en un proceso político. A su juicio, la difusión del caso responde a una “campaña de desprestigio” en el contexto de la renovación interna del tricolor, aunque evitó señalar responsables directos y se limitó a hablar de “fuego amigo”.

El señalamiento tiene su origen en la contratación de un policía municipal durante su administración, quien posteriormente fue identificado como presunto responsable de un homicidio cometido en 2018. Dicho elemento murió en noviembre de 2022, junto con otra oficial, durante una emboscada armada, hecho que destapó cuestionamientos sobre los filtros de reclutamiento en la corporación municipal.

Mientras Rivera Nava rechazó cualquier responsabilidad legal, el dirigente priista Juan José Castro Justo marcó distancia y afirmó que el partido no respaldará a militantes que enfrenten problemas con la justicia. Subrayó que el PRI no será refugio de nadie con cuentas pendientes ante la ley, en un mensaje que añade tensión al proceso interno que atraviesa el instituto político.