El paisaje árido de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán volvió a sorprender a la ciencia: especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) confirmaron el hallazgo de múltiples huellas de dinosaurios con una antigüedad estimada de 120 millones de años. El descubrimiento fue posible gracias a reportes de habitantes de Santa Ana Teloxtoc, quienes dieron aviso sobre marcas inusuales en la zona.

Tras una serie de inspecciones en localidades de Atexcal y Tehuacán, el equipo dirigido por el investigador Iván Alarcón Durán verificó la autenticidad de las impresiones fosilizadas. Los rastros pertenecen a distintos grupos de dinosaurios que habitaron la región durante el Cretácico Inferior, un periodo en el que este territorio tenía un ambiente completamente distinto al actual.

Entre las huellas identificadas se encuentran marcas de dinosaurios carnívoros, herbívoros y también impresiones atribuidas a pterosaurios, aunque estas últimas requieren análisis más profundos. Destacan rastros de ornitópodos y posibles terópodos de gran tamaño, quizá vinculados a la familia Allosauridae. El registro también incluye evidencias de dinosaurios de cuello largo.

Las autoridades aclararon que, aunque las huellas fueron encontradas relativamente cerca unas de otras, esto no significa que todos los animales hayan coexistido simultáneamente. La diferencia en profundidad, orientación y composición indica que los rastros pertenecen a distintos momentos dentro del mismo periodo geológico.

El INAH ya integró oficialmente estas huellas al inventario paleontológico de la región para garantizar su protección. El hallazgo no solo confirma la riqueza prehistórica del valle de Tehuacán-Cuicatlán, sino que abre nuevas líneas de estudio sobre la diversidad de especies que transitaron por lo que hoy es territorio poblano.