La Unión de Transportistas del Estado de Puebla (UTEP) lanzó una nueva alerta ante lo que califican como un “riesgo inminente” para la movilidad en la zona metropolitana, y es que el gremio anunció que el próximo 10 de diciembre realizará una protesta en el zócalo capitalino para exigir diálogo y cambios urgentes en la política de regulación del transporte público.

Según la organización, de las más de 34 mil concesiones y permisos vigentes, solo 11 mil unidades habrán logrado obtener placas nuevas para febrero de 2026, lo que dejará fuera de circulación a cerca de 5 mil vehículos por antigüedad. Esta reducción —afirman— complicará la operación del transporte convencional y presionará la movilidad en la ciudad.

En su posicionamiento, la UTEP señaló que las autoridades aplicaron la revista vehicular “sin consulta, sin foros y sin mesas de trabajo”, lo que ha colocado a miles de concesionarios en riesgo de endeudamiento o pérdida de su unidad. El gremio estima que la situación podría impactar hasta 6.7 millones de viajes diarios, es decir, más del 60% de los usuarios del transporte público.

La manifestación del 10 de diciembre es parte del “plan de rescate” propuesto por la unión, que incluye nuevas mesas de diálogo, suspensión temporal de la revista vehicular, actualización de tarifas con subsidios similares a los del sistema RUTA y la liberación del año modelo, siempre que las unidades aprueben la inspección técnica correspondiente.

Entre las demandas también destacan la creación de un foro abierto para consulta ciudadana, certeza jurídica en la reestructuración de rutas y concesiones, un nuevo esquema de revista con vigencia de un año y apoyos económicos equivalentes al 20% para la adquisición de unidades nuevas. La UTEP aseguró que, sin estos ajustes, la movilidad en Puebla entrará en una etapa crítica.