El gobernador Alejandro Armenta abrió la puerta a una transformación amplia del modelo de seguridad en Puebla al enviar al Congreso estatal una serie de reformas que colocan en el centro la creación de un mando único policial; las buscan replantear la coordinación entre corporaciones, la operación de la Fiscalía y la estrategia general en materia de seguridad pública.

Entre las iniciativas presentadas destacan cambios al artículo 117 de la Constitución local y la expedición de una nueva Ley de Seguridad, que integraría un modelo basado en coordinación institucional, profesionalización policial, prevención integral y mayor participación ciudadana. Con ello, el Ejecutivo busca sustituir la fragmentación actual por una estructura más “centralizada y operativa”.

Las reformas fueron entregadas por el coordinador de Gabinete, José Luis García Parra, e incluyen también ajustes a la Ley Orgánica de la Fiscalía General del Estado, orientados a robustecer las capacidades de investigación y dar respuesta a fenómenos criminales cada vez más complejos.

Como parte del paquete, Armenta propuso la creación de dos nuevas fiscalías especializadas: una enfocada en delitos de alto impacto y otra dirigida a investigar operaciones con recursos de procedencia ilícita y otros delitos financieros. Ambas instancias tendrían autonomía técnica y operativa para fortalecer la persecución penal.

Todas las propuestas fueron turnadas a la Comisión de Seguridad para su análisis y discusión, donde se espera un debate que defina los alcances y la forma en que el estado transitará hacia este nuevo esquema de seguridad.