El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta Mier, advirtió que en varias regiones del estado se ha detectado una práctica sistemática de desmantelamiento de vehículos robados, especialmente transporte de carga, en zonas donde estos automóviles —robados en carretera— son trasladados para desarmarse y vender sus piezas. Según las autoridades, este fenómeno no es aislado, sino parte de una red criminal que ha operado por años con la complicidad —ya sea por omisión o colaboración directa— de autoridades municipales.

Durante una conferencia, Armenta señaló que los funcionarios que permitan estas actividades serán investigados por complicidad, pues la ley penaliza dicho delito grave, y advirtió que quienes participen o justificar actos ilegales podrían enfrentar consecuencias severas. Con el fin de frenar este problema, el gobierno estatal planea establecer depósitos vehiculares estatales donde se resguarden unidades aseguradas, para evitar que automóviles recuperados terminen nuevamente en manos indebidas o sean desmantelados antes de realizar los peritajes correspondientes.

La administración estatal estableció una política de “cero tolerancia” frente al robo de transporte de carga y al mercado de autopartes ilícitas, destacando la necesidad de coordinación entre niveles de gobierno y colaboración ciudadana para romper esas cadenas criminales. El llamado de Armenta invita a las comunidades a no normalizar estas prácticas bajo nociones de justicia social; en su lugar, exhorta a recuperar la legalidad y proteger la seguridad colectiva.

Este anuncio se suma a recientes alertas en otras entidades sobre el incremento del robo de carga en carreteras mexicanas, fenómeno que, de acuerdo con reportes de seguridad y transporte, ha incrementado en los últimos años debido al desmantelamiento clandestino de vehículos y autopartes.