El gobierno de Puebla lanzó un programa de 200 millones de pesos para apoyar la renovación del transporte público y mercantil, con el que los concesionarios podrán cubrir hasta el 20% del enganche de unidades nuevas, híbridas o de bajas emisiones. El gobernador Alejandro Armenta Mier afirmó que la modernización del servicio es prioridad y que el recurso será “a fondo perdido” y entregado directamente a permisionarios, sin intermediarios.

El incentivo está dirigido a quienes operan vehículos con vigencia anterior a 2015, debido a que la ley establece un máximo de 10 años para seguir prestando el servicio. La medida también aplica a combis diésel de bajas emisiones y a autos híbridos o eléctricos tipo sedán. El resto del costo podrá cubrirse mediante financiamiento con instituciones bancarias elegidas por los propios transportistas.

Como parte del paquete de apoyos, el gobierno redujo drásticamente el costo de la certificación por competencias laborales para operadores: de 700 pesos a solo 20. Instituciones como la UTP, Conalep, Icatep y la Universidad Tecnológica de Xicotepec aplicarán, además, un descuento del 40% en los procesos de capacitación obligatoria.

La administración estatal insistió en que no se analizará ningún aumento a la tarifa del transporte público mientras no exista un sistema completamente regulado: unidades en orden, modernizadas, con operadores capacitados y sin rutas pirata ni duplicadas. La secretaria de Movilidad, Silvia Tanús Osorio, afirmó que cualquier estudio tarifario deberá ser técnico, socializado y justificado.

Armenta adelantó que para 2026 operarán cinco corralones estatales —en Puebla capital, San Martín Texmelucan, Tecamachalco, la Sierra Norte y la Mixteca— con el objetivo de frenar los abusos de empresas que actualmente controlan los depósitos vehiculares. El gobernador aseguró que el plan integral busca reconstruir un sistema de transporte seguro, eficiente y con reglas claras para todos.