El Play-In, una fase añadida para ampliar la competencia rumbo a la Liguilla, tiene los días contados en el futbol mexicano. Los dueños de los clubes acordaron que el Apertura 2025 será la última edición en la que se utilice este formato, tras concluir que no aportó los resultados ni el espectáculo que prometía cuando fue presentado hace dos años.

A partir del Clausura 2026, la Liga MX retomará el sistema clásico: solo los ocho mejores de la tabla accederán a la Liguilla. Con esta decisión desaparece la ronda previa que enfrentaba a los equipos ubicados del 7° al 10° puesto —y antes del 5° al 12°— para definir a los últimos invitados. El ajuste cierra un ciclo corto en el que la liga intentó replicar el modelo implementado en la NBA, pero sin obtener el impacto deseado.

El Play-In nació bajo la premisa de abrir más espacio a equipos fuera de los primeros lugares y añadir dramatismo a la fase final. Sin embargo, su ejecución demostró que la brecha competitiva persistía. En cada torneo, los mismos dos equipos —séptimo y octavo lugar— avanzaron sin que surgieran sorpresas. Incluso con partidos a eliminación directa, los clubes en noveno y décimo lugar nunca lograron dar un golpe sobre la mesa.

La monotonía del resultado también erosionó el interés de aficionados y directivos. El patrón se volvió mecánico: el octavo vencía al séptimo, se quedaba con el séptimo puesto en la Liguilla y enviaba al derrotado a un segundo duelo como octavo. Esa repetición redujo el atractivo del sistema y confirmó que el formato no ofrecía el tipo de competencia vibrante que se buscaba.

Aunque el América logró un título inesperado tras llegar desde el Play-In en el Apertura 2024, la excepción no logró revertir un balance general negativo. La mayoría de los equipos que accedieron por esta vía quedaron eliminados en cuartos de final. Con ello, la Liga MX concluye que el experimento no cumplió su propósito y opta por volver a un modelo más estable y competitivo, en el que los ocho mejores definirán al campeón.