La marcha “Generación Z” en Puebla reunió principalmente a personas adultas y dejó incidentes aislados durante su paso hacia Casa Aguayo.
En Puebla, la llamada Marcha de la Generación Z, convocó a un contingente mayor de adultos y adultos mayores que a una marea juvenil; desde las 10:00 en el Paseo Bravo, se reunieron para lanzar consignas contra el gobierno —y algunos rezos— para avanzar rumbo a Reforma alrededor de las 11 de la mañana.
El recorrido inició en aparente calma. Los manifestantes caminaron hacia el Zócalo gritando “¡Fuera Morena!” y “¡Narcoestado!”, y deteniéndose frente al Palacio Municipal para entonar el Himno Nacional y exigir justicia por figuras como Carlos Manzo. A esa hora, la movilización mezclaba indignación, llamados a la paz y un ambiente que, aunque tenso, no parecía presagiar lo que ocurriría más tarde.
Fue cerca del mediodía cuando el ánimo cambió; el contingente avanzó hacia Casa Aguayo por el bulevar 5 de Mayo, donde ya los esperaban vallas metálicas resguardadas por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública. La presencia del cerco provocó molestia inmediata: primero vinieron los reclamos, luego los jaloneos y finalmente la caída de las vallas. Un grupo de manifestantes se lanzó contra los policías, superándolos en número y empujándolos mientras buscaban continuar su paso hacia la sede del Ejecutivo estatal.
En ese momento se registraron los incidentes más graves de la jornada: una patrulla terminó con el parabrisas destrozado tras recibir una pedrada, y un adulto mayor resultó lesionado en la cabeza cuando otro proyectil —atribuido por los organizadores a un “infiltrado”— lo alcanzó. Entre empujones y gritos, los policías lograron contener al grupo en la entrada principal de Casa Aguayo, evitando que la multitud ingresara. Minutos después, la concentración comenzó a disgregarse.
Más tarde, el gobierno del estado emitió un comunicado en el que aseguró que no utilizó la fuerza para dispersar la manifestación, afirmó que se garantizó el paso del contingente por el Centro Histórico y condenó las agresiones registradas durante la movilización. Una parte menor del grupo continuó hacia el Congreso local, donde no se reportaron nuevos disturbios.



