Reemplazo necesario | Alteridades
El triunfo de Mamdani en Nueva York es muy importante para quienes consideramos fundamental el reconocimiento de ese otro que es diferente a nosotros; es una clara bocanada de aire en este mundo que nos ahoga cada vez más con sus tendencias ultraconservadoras, racistas, clasistas y xenófobas. Él, hijo de migrantes, sustentó su discurso en la aceptación, la concordia y el apoyo a los más vulnerables; por supuesto, el centro fueron los migrantes, tan perseguidos por Trump y sus oligofrénicos seguidores.
Sin embargo, le dará argumentos a quienes creen en la teoría de la conspiración denominada “el gran reemplazo” que, de acuerdo con el portal de La Encilopedia Britannica “alega, en una de sus versiones, que élites nacionales o internacionales de izquierda, por iniciativa propia o bajo la dirección de cómplices judíos , intentan reemplazar a los ciudadanos blancos con inmigrantes no blancos (es decir, negros, hispanos, asiáticos o árabes).
Según esta teoría, la mayor presencia de inmigrantes en países de mayoría blanca, junto con sus tasas de natalidad más elevadas, permitirá que nuevas mayorías no blancas en esos países tomen el control de las instituciones políticas y económicas nacionales, diluyan o destruyan las culturas y sociedades distintivas de sus países de acogida y, finalmente, eliminen a la población blanca. Algunos defensores de la teoría del reemplazo han calificado estos cambios predichos como un ‘genocidio blanco’”.
Por supuesto, quien tenga dos dedos de frente y una capacidad mínima de investigación, podrá darse cuenta de que semejantes “amenazas” son un embuste desarrollado para espantar al ente conservador que mucha gente guarda dentro, no sólo en Estados Unidos, sino en México también. La gente “bonita” ha de ser blanca, cristiana, hetero normada y con un código postal “correcto”; todos los demás o son invasores o sospechosos de tener lazos con terroristas, narcos o ladrones.
Las redadas de ICE son el recurso más vil y violento que tiene el sistema ultra de Trump y sus aliados para demostrar que “luchan” en contra de ese reemplazo. La realidad es muy diferente: ni el reemplazo existe y las sociedades de ese autodenominado primer Mundo (Europa, USA y Canadá) necesitan del trabajo de los migrantes para mantener sus cada vez más precarias economías y mantener una carga impositiva para sustentar sus pensiones (ya que todos esos países se la viven exentando impuestos a sus millonarios).
Mamdani, aunque arda, representa otro reemplazo y que puede ser muy grande: la sustitución del discurso de odio por los de la empatía, solidaridad, amor y respeto; además, si lo logra, privilegiará lo colectivo frente a lo individual, lo público frente a lo privado.
Ojalá sea el primero de muchos otros Mamdani que nos ayuden a sepultar a los incipientes nuevos fascismos que peligrosamente nos amenazan por todos lados. El tiempo dirá.




