Egipto inaugura el Gran Museo Egipcio, una obra monumental junto a las Pirámides tras dos décadas de construcción
Con la presencia de jefes de Estado, primeros ministros y miembros de la realeza, Egipto celebró este sábado la inauguración del Gran Museo Egipcio (GME), un complejo monumental situado junto a las Pirámides de Giza que alberga una de las colecciones de antigüedades más importantes del mundo.
El acto, encabezado por el presidente Abdel Fattah al-Sisi, marca la culminación de un proyecto de más de 20 años que enfrentó retrasos por la Primavera Árabe, la pandemia y conflictos regionales. “Este museo es el regalo de Egipto al mundo”, afirmó el primer ministro Mostafa Madbouly, al destacar el valor histórico y cultural de la obra.
La ceremonia combinó espectáculos de música, danza y luz, con actuaciones de estrellas egipcias y una orquesta internacional que acompañó un espectáculo visual de fuegos artificiales y jeroglíficos proyectados en el cielo. Entre los asistentes figuraron el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, el primer ministro neerlandés Dick Schoof, el húngaro Viktor Orbán, el palestino Mahmud Abbas, y los príncipes herederos de Omán y Baréin, entre otros.
La principal atracción del museo es la colección completa de tesoros de la tumba de Tutankamón, descubierta en 1922, que incluye su máscara funeraria de oro, trono y sarcófago, además de miles de piezas que nunca habían sido exhibidas juntas. En el vestíbulo principal destaca una colosal estatua de Ramsés II, trasladada desde el centro de El Cairo.
El diseño del museo, a cargo de Heneghan Peng Architects, combina modernidad y simbolismo, con una estructura que evoca las líneas de las Pirámides. El complejo ocupa 120 hectáreas, una extensión comparable a la Ciudad del Vaticano, y su construcción superó los 1.000 millones de dólares, financiados en gran parte por préstamos japoneses.
Con esta apertura, Egipto busca reposicionar su patrimonio arqueológico y superar los problemas de conservación que afectaron al antiguo Museo Egipcio de la plaza Tahrir, donde se registraron saqueos y daños durante el levantamiento de 2011.
Las autoridades esperan que el GME impulse la reactivación del turismo, sector clave para la economía egipcia, y consolide al país como referente mundial del patrimonio histórico y cultural.




