¿Por qué ver Soy Frankelda? La primera película stop motion mexicana apadrinada por Guillermo del Toro

El cine mexicano está a punto de escribir un nuevo capítulo en su historia con Soy Frankelda, la primera película animada en stop motion hecha completamente en México. La cinta, creada por los hermanos Arturo y Roy Ambriz, es una joya artesanal que ya conquistó al público en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) y que llegará a los cines del país este 22 de octubre.
Basada en el universo de la serie Los sustos ocultos de Frankelda, la historia nos lleva al México del siglo XIX para seguir a Francisca Imelda —mejor conocida como Frankelda—, una escritora gótica que debe enfrentarse a los monstruos que ella misma imaginó y, sobre todo, recuperar su voz como narradora. Todo ocurre entre escenarios oscuros, texturas detalladas y personajes tallados a mano, con un encanto que solo el stop motion puede ofrecer.
Pero Soy Frankelda no solo es especial por su técnica o su historia. Tras su paso por los festivales de Guadalajara y Annecy, los Ambriz decidieron volver al taller y mejorarla. ¿El resultado? Una versión renovada, recortada y pulida cuadro a cuadro bajo la mirada y los consejos del mismísimo Guillermo del Toro, quien se convirtió en uno de sus principales mentores. El director de Pinocchio les insistió en una idea: “pueden mejorar su trabajo hasta el último minuto”. Y así lo hicieron.
Más de 60 sets y 120 personajes hechos a mano dan vida a esta producción de Cinema Fantasma, que demuestra que en México también se pueden crear mundos mágicos, oscuros y visualmente espectaculares. Por su valor artístico, su originalidad y por ser una muestra de talento nacional puro, Soy Frankelda merece ser vista en la gran pantalla. Porque apoyar esta película no solo es disfrutar de una buena historia, sino celebrar el poder del cine mexicano cuando se atreve a soñar en grande.