El transporte público en Puebla se ha convertido en uno de los espacios más inseguros para la ciudadanía. Entre enero y junio de 2025, la Fiscalía General del Estado abrió 853 carpetas de investigación por robo en transporte colectivo, lo que equivale a cinco asaltos denunciados cada día.

Pese al alto número de denuncias, la respuesta judicial es mínima: 23 personas fueron detenidas y apenas dos vinculadas a proceso en todo el semestre, lo que representa una efectividad de apenas 0.3%. En términos simples, de cada 100 robos denunciados solo tres concluyen con una detención y apenas uno de cada 400 llega a los tribunales.

El mes más violento fue junio, con 169 denuncias y seis detenciones; sin embargo, solo en marzo y junio se lograron vinculaciones a proceso. La tendencia evidencia un rezago entre la persecución del delito y el acceso a la justicia para las víctimas.

La falta de resultados mantiene en la indefensión a miles de usuarios que dependen del transporte público. Cada día, los pasajeros enfrentan un riesgo alto de ser asaltados con la certeza de que sus agresores, en la mayoría de los casos, no pagarán las consecuencias.