La Comisión de Desarrollo Urbano del Congreso de Puebla aprobó reformas a la Ley de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano para prevenir la gentrificación, un fenómeno que desplaza a las personas originarias de sus barrios debido a inversiones inmobiliarias y al aumento del costo de vida.

Con estas modificaciones, la ley ahora reconoce la gentrificación como un riesgo para el tejido social y cultural de las comunidades, y busca proteger a los residentes originarios frente a la presión de nuevos habitantes con mayores ingresos.

Además, se incorporó el principio de interseccionalidad para que la planeación urbana promueva la justicia social, la equidad y la igualdad de género, asegurando que el desarrollo de las ciudades respete los derechos humanos de todos sus habitantes.

Los diputados que respaldaron la medida coincidieron en que el progreso urbano debe combinar modernización con inclusión, evitando que la renovación de barrios se traduzca en desplazamiento y pérdida de identidad comunitaria.