El Kremlin informó que examinará detenidamente el ultimátum emitido por el expresidente Donald Trump, quien advirtió que impondrá aranceles a los países que continúen comerciando con Rusia si no se concreta un acuerdo de paz en un plazo de 50 días. La declaración generó respuesta oficial desde Moscú.

Voceros oficiales, como el portavoz Dmitri Peskov y el ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, señalaron que la administración rusa busca comprender con profundidad el mensaje planteado. Reiteraron que cualquier acción será evaluada con prudencia, en un contexto de alta tensión internacional.

Asimismo, las autoridades rusas insistieron en que no cederán ante presiones externas y mantendrán su ofensiva militar en Ucrania mientras no se registren avances significativos en las negociaciones diplomáticas entre las partes involucradas.

El Kremlin enfatizó que la continuidad del conflicto dependerá de la disposición para alcanzar un acuerdo pacífico, pero advirtió que responderá conforme a sus intereses estratégicos sin dejarse influenciar por amenazas comerciales o políticas.

Este intercambio subraya la compleja dinámica entre Rusia, Estados Unidos y sus aliados, y deja en evidencia la incertidumbre que prevalece sobre el futuro del conflicto en Ucrania y las posibles repercusiones económicas internacionales.