Luego de permanecer cerrada por casi 24 horas, la presidencia municipal de Nealtican reabrió sus puertas tras una asamblea pública que evidenció el creciente descontento de los habitantes por el envío de agua potable desde su territorio hacia la ciudad de Puebla.

Durante la reunión, que se llevó a cabo en el zócalo del municipio y se extendió por más de tres horas, vecinos, activistas y autoridades locales se enfrentaron en un tenso intercambio de opiniones sobre la extracción de agua y las condiciones en las que se mantiene el convenio que permite su traslado a la capital poblana.

Una de las principales demandas de los pobladores fue frenar de inmediato el envío del líquido, al asegurar que en sus propios hogares pasan semanas sin recibir una sola gota de agua. Además, exigieron que no se renueve la concesión de cuatro pozos profundos ubicados en Nealtican, la cual, afirman, ya expiró desde el año pasado.

Los inconformes también recordaron que, como parte del convenio firmado en 1994 con el Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (SOAPAP), el municipio debía recibir obras y beneficios como hospitales y escuelas, los cuales, aseguran, nunca se materializaron.

Ante las exigencias, la presidenta municipal, Imelda Gil, declaró que su administración no ha firmado ningún documento o acuerdo que avale la extracción de agua. Señaló que el traslado del recurso se sigue realizando en cumplimiento del convenio firmado hace 30 años, el cual, dijo, está siendo revisado.

Por su parte, el síndico municipal, Óscar Castro, informó que el convenio y los permisos están bajo análisis jurídico, mientras que el regidor de obra pública, Mario Mixtititla, detalló que los pozos hoy figuran a nombre del SOAPAP, pero la administración anterior ya había iniciado gestiones para devolver la titularidad al municipio.

Durante la asamblea también se acordó que el próximo 1 de julio se realizará un cabildo abierto para conformar comités ciudadanos que representen a Nealtican en este tema y den seguimiento a la defensa del agua.

Pese a los momentos de tensión y las críticas hacia las autoridades municipales, quienes fueron acusadas por algunos de llevar “porras” al evento, la asamblea concluyó en aparente calma y con el compromiso de continuar la organización ciudadana para exigir mejores condiciones y respeto a los acuerdos en materia hídrica.

Los habitantes insisten en que el agua de Nealtican debe beneficiar primero a su gente y no a los intereses de la capital poblana, por lo que advirtieron que las protestas continuarán si no se respetan sus derechos.