A seis años de la tragedia ocurrida en Tlahuelilpan, Hidalgo, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha emitido un informe en el que advierte que persisten las tomas clandestinas de combustible en la región, así como la falta de acciones contundentes para la reparación integral de las víctimas y la atención a los daños ambientales derivados del incidente.

El documento resalta que Hidalgo continúa siendo la entidad con el mayor número de carpetas de investigación relacionadas con el robo ilegal de hidrocarburos, conocido como huachicoleo. Entre 2018 y 2022, se registraron casi 5 mil investigaciones y más de 10 mil tomas clandestinas detectadas, lo que refleja un problema persistente que Pemex no ha logrado contener eficazmente.

La CNDH critica la ausencia de un plan integral por parte de Petróleos Mexicanos para prevenir y controlar este delito. Señala que, a pesar de los esfuerzos realizados, la empresa productiva del Estado no ha implementado medidas efectivas para el mantenimiento adecuado de los ductos ni para modernizar la tecnología de detección, lo que agrava los riesgos y la incidencia del robo de combustible.

La CNDH concluye que esta situación representa una oportunidad para que el Estado mexicano implemente acciones concretas que garanticen la protección de los derechos humanos y el medio ambiente, y que se eviten tragedias similares en el futuro. La persistencia del huachicoleo y el abandono a las víctimas evidencian la urgente necesidad de un compromiso real para resolver esta problemática.