La semana más difícil del gobierno de Armenta | Historias de un joven reportero



GerardoRuiz

En sus primeros cien días como gobernador de Puebla, Alejandro Armenta no había atravesado una crisis como la que vivió esta semana que recién concluye, la cual fue la más difícil hasta ahora desde que protestó como titular del Ejecutivo local el 14 de diciembre del 2024.

En cinco meses, Armenta Mier no había tenido que nadar a contracorriente ni atender una agenda externa, pues en este primer semestre había logrado no solo marchar a su propio ritmo y con su propio sello, sino que, también consiguió ganarse en muy poco tiempo la validación de los casi dos millones de poblanos que votaron por él en las últimas elecciones estatales.

Gracias a la coordinación con el gobierno federal al diseñar una estrategia de seguridad conjunta y con el arribo de un grupo elite de marinos y militares que comandan a las secretarías de seguridad estatal y municipales, Armenta pudo revertir la crisis de violencia heredada por sus antecesores y mejorar de manera palpable la percepción ciudadana en la materia.

Con presencia constante en tierra y sin descansar un solo día, el mandatario poblano se ha ganado a pulso la imagen de un gobernador activo y presente que se ensucia los zapatos en las faenas comunitarias, pero que también cumple con sus compromisos de campaña como con la primera etapa de cheques para obras comunitarias, la inauguración de casi dos decenas de Casas Carmen Serdán o la entrega de patrullas para la Policía estatal.

No solo eso, el gobernador también logró acabar con la impunidad, privilegios y la ilegalidad con la que operaron por años las muy repudiadas organizaciones populares Antorcha Campesina y la 28 de Octubre al quitarles los negocios de las rutas y taxis piratas que circulaban por el Periférico Ecológico y Lomas de Angelópolis, así como con el secuestro del estacionamiento de los estadios Cuauhtémoc, Hermanos Serdán y del Auditorio GNP.

Insisto, el gobierno de Armenta avanza a su propio ritmo y con su propio sello.

Sin embargo, la convulsa semana que recién concluye resultó una prueba de ácido para la administración del morenista, la cual fue pasada con éxito a pesar de la reducida opinión de sus detractores, que quieren crear olas en un vaso de agua.

El asunto más espinoso para el gobernador Armenta, quien puso punto final a la novela este domingo, resultó el asunto con Grupo Proyecta y la familia Posada Cueto, luego de que el mandatario pidió a estos empresarios inmobiliarios su colaboración para donar (en caso de negarse tendría que recurrir a un proceso de expropiación apegado a la ley) dos hectáreas para construir una unidad habitacional para policías del estado en la zona de Lomas de Angelópolis.

La conferencia de prensa en la que Armenta hizo el llamado a Grupo Proyecta llegó a medios nacionales por la postura firme del gobernador, lo que desató una serie de opiniones encontradas. Sin esconderse ni enviar a sus voceros a dar la cara por él, el mandatario decidió conceder dos entrevistas nada fáciles ni pactadas, con el programa “Despierta”, de Noticieros Televisa, y con la periodista Azucena Uresti en su programa radiofónico en Radio Fórmula, para defender su postura y explicar los porqués de su controvertida declaración.

Como un apunte aparte, se deben resaltar las aptitudes de gran negociador mostradas por José Luis García Parra, coordinador estatal de gabinete, quien logró pactar con los Posada la donación de las hectáreas solicitadas a Grupo Proyecta.

La difícil semana del gobernador Armenta inició con la pelea contra el periodista Rodolfo Ruiz y su portal de noticias e-consulta, por el supuesto tuit que el autor de la columna La Corte de los Milagros habría subido en contra de la secretaria del Deporte, Gaby “La Bonita” Sánchez, tras su última pelea de box, misma que el reportero negó tras los señalamientos del mandatario.

El encontronazo entre Armenta Mier y Ruiz Rodríguez también llegó a los medios nacionales, pero fue bien contrarrestado por el primero al ya no darle otro día de foco al también director de la agencia de consultoría política Contracorriente.

Los complicados días que el gobernador Armenta logró superar de forma positiva y sin abolladuras también incluyeron las manifestaciones sinsentido de la 28 de Octubre, que aún clama porque se les permita continuar operando en la ilegalidad con sus taxis piratas y cobrando por el uso del estacionamiento del Estadio Cuauhtémoc, que ahora es gratuito.

Como colofón a la semana fue encontrado otra vez un cuerpo emplayado en Cuautlancingo, en donde la semana pasada abandonaron dos cadáveres en las mismas condiciones; fue abandonada una camioneta con cinco cadáveres en su interior en las inmediaciones del Centro Expositor, en donde en unos días será inaugurada la Feria de Puebla; y un encobijado más en Amozoc.

Tampoco se puede perder de vista que Puebla atraviesa por un gran problema productivo, que pronto podría convertirse en social, con la carga arancelaria impuesta por el gobierno de Donald Trump al sector automotriz, que ha golpeado con sus primeras repercusiones graves a este importante motor de la economía poblana.

Como lo mencioné en un párrafo anterior, el gobernador Armenta logró pasar con éxito la primera gran crisis de su administración sin que su imagen ni su aprobación se viese afectada.

Ningún gobierno está exento de este tipo de problemáticas.

Lo importante es ver cómo se solucionan.

El gobierno de Armenta, aunque sus odiadores piensen lo contrario, goza de cabal salud.

Ni más ni menos.

@GerardoRuizInc

Editor: Fabián Sánchez

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