Tremores. Los pobladores de Santiago Xalitzintla, la comunidad más cercana al cráter del volcán Popocatépetl, este año sí pudieron celebrar el cumpleaños de “Don Goyo”, subiendo a la zona conocida como “El Ombligo”, para llevar comida, un traje, imágenes religiosas, además de música. El año pasado, debido a la intensa actividad, les fue prohibido el ascenso. Se conmemora en esta fecha porque, según las tradiciones, fue un 12 de marzo cuando se registró la aparición de un hombre que afirmó ser la encarnación del volcán, y que se llamaba Gregorio Chino Popocatépetl; este mismo personaje enseñó a la gente de esa demarcación a comunicarse con el coloso. Los regalos y las ofrendas son para, además de que no haga una erupción, pedirle buenas cosechas y darles lluvia para que sus tierras sean fértiles. Así que nos unimos a la celebración del onomástico del Popocatépetl.

¿O no?

Guerra comercial

“El que las hace, no las consiente”, dice el refranero popular. Y se aplica en toda su extensión a Donald Trump, el presidente de Estados Unidos. Porque Ontario, Canadá, le aplicó una cucharada de su propio chocolate, al subirle la luz que vende a tres estados del norte. Esto, of course, provocó que el magnate explotara en coraje, hiciera mimiquis y, en respuesta, les subió el arancel al acero y al aluminio, pasándose por el arco del triunfo el T-MEC (el cual, creemos, está en sus últimos estertores de vida). En venganza, Canadá impuso este miércoles aranceles adicionales sobre 20 mil 800 millones de dólares a diversos productos gringos. Pero no es el único país que la puso las famosas “tariffs”. La Unión Europea (UE) de Ursula von der Leyen va contra el whisky y las motos gringas (las hermosas Harley o las icónicas Indian, por ejemplo), al imponer aranceles, por un valor de hasta 26 mil millones de euros, a varios productos de Estados Unidos. El golpazo va contra el voto duro republicano: granjeros y rubros industriales. El contexto es complicado, a pesar del anuncio de una baja en la inflación en febrero, pues los afectados han sido los millonarios que están dentro de su gobierno. Como Elon Musk, a quien, para apapacharlo, le compró un Tesla Model X. Faramalla pura. En fin, que disfruten lo votado.

¿O no?

Editor: Fabián Sánchez