Irán y Rusia coordinan su posición sobre el programa nuclear antes de negociar con Europa, mientras Teherán asegura que es solo con fines civiles.

Los presidentes de Irán y Rusia dialogaron este lunes sobre el programa nuclear iraní, en medio de la presión de países europeos que advierten con restablecer sanciones si no se llega a un acuerdo. La conversación se da un día antes de que Teherán retome en Ginebra las negociaciones con Francia, Reino Unido y Alemania, anunciadas por la televisión estatal iraní.
Estos tres países, que formaron parte del acuerdo nuclear de 2015, han advertido que podrían reinstaurar a finales de agosto las sanciones levantadas bajo el pacto, diseñado para garantizar que el programa nuclear de Irán se limite a fines civiles bajo la supervisión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Durante la llamada, el presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo iraní Masud Pezeshkian discutieron “la situación en torno al programa nuclear de Irán”, según informó el Kremlin. Por su parte, la presidencia iraní señaló que Pezeshkian agradeció a Putin su apoyo al “derecho al enriquecimiento” de uranio de Teherán y reafirmó que su país “no busca ni buscará jamás fabricar armas nucleares”.
Irán mantiene que su programa nuclear tiene fines pacíficos, aunque Israel y países occidentales sospechan que podría orientarse hacia la fabricación de armamento nuclear. Rusia, que ha fortalecido su alianza con Irán desde el inicio de la ofensiva en Ucrania en 2022, ha defendido públicamente el derecho de Teherán a desarrollar energía nuclear con fines civiles.
Históricamente, Irán ha buscado coordinar su postura con Rusia y China antes de encuentros clave con Occidente sobre su programa nuclear. Alemania, Reino Unido y Francia, junto con China, Rusia y Estados Unidos, negociaron el acuerdo de 2015, que establecía controles sobre las actividades nucleares iraníes a cambio del levantamiento de sanciones internacionales.
El pacto quedó sin efecto en 2018, cuando Estados Unidos se retiró de manera unilateral durante la presidencia de Donald Trump. Desde entonces, Teherán ha dejado de cumplir algunos compromisos, principalmente en lo relacionado con el enriquecimiento de uranio. En junio pasado, la República Islámica suspendió su cooperación con el OIEA tras la guerra de 12 días con Israel, acusando a la agencia de no condenar los ataques israelíes y estadounidenses contra sus instalaciones nucleares.
Con esta serie de movimientos, Irán busca fortalecer su posición frente a Europa y asegurar que su programa nuclear se mantenga bajo control civil, mientras se aproxima una de las rondas de negociación más críticas de los últimos años.