Plenaria de Morena en Puebla | Tremores
Tremores. Una reunión muy importante se llevará a cabo en Puebla, el próximo martes: será la Plenaria de los diputados, de 5 estados, del Movimiento Regeneración Nacional. Promete ser intensa y de la que deben salir los temas que se abordarán en la agenda legislativa del próximo periodo ordinario de sesiones. Un hotel de la zona de Angelópolis será la sede, y la liderará Ricardo Monreal Ávila, quien pondrá sobre la mesa las materias que estarán en debate a partir del mes de febrero. Para resumirlo, la capital será sede de los acuerdos, y de ya se convierte en el epicentro del morenismo parlamentario.
¿O no?
Siempre no, ya no viene la SEP
Durante su visita a Puebla, el sábado pasado, el secretario de Educación Pública federal, Mario Delgado Carrillo, anunció que la descentralización de la dependencia a la entidad poblana, que había sido una promesa del expresidente Andrés Manuel López Obrador, ya no se llevará a cabo. Por ello, dio a conocer que los edificios, inmuebles y predios que se habían contemplado para este proyecto, se destinarán para uso educativo, es decir, no serán para otra cosa más que para labores propias de la SEP. Sí, aceptémoslo, descentralizar al gobierno y mandarlo a las entidades federativas era algo complejo, complicado, hubo la intención, los adelantos, pero se atravesó un bicho y lo que iba a tardarse unos años, se volvió imposible. No obstante, estos avances se trasladarán para otras tareas propias del gobierno. Algo que el gobernador Armenta y el secretario del ramo en el estado, por supuesto, avalaron lo dicho por el funcionario federal, porque algo que lo que adolece Puebla es de infraestructura educativa.
¿O no?
Mensajes contundentes
Tanto el gobernador Alejandro Armenta como la presidenta Claudia Sheinbaum mandaron sendos mensajes al que va a ser, desde este lunes, el inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump: “a México se le respeta, a las y los migrantes en la Unión Americana se les defenderá, pero, sobre todo, México no es colonia de nadie”. Porque a un gandalla y bulleador, como es el magnate republicano, hay que plantarle cara y no dejar que sobaje al país, que es su vecino y con quien tiene el mayor comercio en el mundo. Los datos lo dicen, no nosotros, pero parece que del otro lado de la frontera ven diferentes las cifras en materia comercial, industrial, convenios y demás. Si Canadá quiere ser el estado 51, adelante, que Yisus los bendiga. Nosotros no, aunque hay voces conservadoras que claman por una invasión para que, en automático, se conviertan en güeros, güeras, de ojos azules, entonar el himno: “Say, can you see” y ondear las barras y las estrellas en su casa. Por lo pronto, hay presidenta y gobernador para defender a los de aquí y a los de allá.
¿O no?