Este 19 de diciembre se cumplen 14 años de la tragedia ocurrida en la colonia El Arenal, en San Martín Texmelucan, donde una explosión provocada por la perforación ilegal de un ducto de Pemex dejó un saldo de 30 personas muertas y numerosas viviendas afectadas.

Durante la década pasada, el robo de combustible en los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), conocido como “huachicol”, fue un fenómeno frecuente en la región, especialmente en áreas como el Triángulo Dorado, que abarca los municipios de Tepeaca, Palmar de Bravo y Quecholac, y se extendía hasta la zona de San Martín Texmelucan.

Esta ha sido una de las tragedias más devastadoras en la historia del huachicol en Puebla.

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Los hechos ocurrieron alrededor de las 5:30 de la mañana del 19 de diciembre de 2010, cuando una perforación ilegal en un ducto de 30 pulgadas de Pemex provocó una fuga masiva de combustible. Según los reportes, se derramaron aproximadamente 4 millones de litros de gasolina, y al entrar en contacto con una flama, se desató una serie de explosiones seguidas de un incendio de gran magnitud.

El siniestro dejó 30 personas muertas, de las cuales 13 eran menores de edad, y 53 personas resultaron heridas. Además, numerosas viviendas en las cercanías fueron afectadas, y la infraestructura urbana sufrió daños considerables a lo largo de un kilómetro y medio de las márgenes del río Atoyac.

Respuesta de las autoridades

Ante la magnitud de los hechos, las autoridades federales y estatales actuaron rápidamente, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) asumió la responsabilidad de investigar el caso y encontrar a los culpables.

El titular de Pemex en ese momento, Juan José Suárez Coppel, confirmó que las indagatorias apuntaban a una toma clandestina como causa principal de la explosión, y que la tragedia fue consecuencia directa de la extracción ilegal de combustible.

A pesar de las investigaciones, no se lograron detenciones relacionadas con el incidente.

“Nos comprometemos a investigar a fondo este incidente y llevar a los responsables ante la justicia. No permitiremos que este acto de negligencia quede impune”, dijo tras los hechos.

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Como parte de la investigación, Pemex entregó un segmento del ducto al Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) para un análisis técnico detallado, aunque los resultados de dicho análisis nunca fueron dados a conocer públicamente.

A raíz de este trágico evento, Pemex implementó medidas para reforzar la seguridad en sus ductos y prevenir el huachicol.

Editora: Socorro Juárez

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