Sin línea y con un conflicto interno por la elección de ombudsman nacional, los senadores morenistas se encuentran en la posibilidad de encontrar un tercer candidato, sin compromisos partidistas, para evitar un error para los próximos cinco años, ya que Rosario Piedra y Nashielli Ramírez provocaron encono y polarización al interior y exterior de ambas comisiones.

Darle continuidad al proyecto de Piedra Ibarra es mantener una comisión militante y de sesgos en las recomendaciones. Además de choques con personajes del mismo movimiento como Alejandro Encinas. Sin dejar de lado, el histrionismo político-heriquista desde la secretaría Ejecutiva, encabezada por Francisco Estrada.

Con Nashieli Ramírez se tiene a una alumna del salinismo neoliberal. El actual ombudsman de la Ciudad de México es hechura política de un salinista de hueso colorado: Marco Antonio Bernal Gutiérrez.

Desde los inicios de Bernal en los Comités de Planeación para el Desarrollo (COPLADE) en la extinta Secretaría de Programación y Presupuesto a cargo de Carlos Salinas, Nashieli Ramírez comenzó sus conexiones y su trabajo social.

Y existe un choque de intereses entre ambas. Cabe recordar que en noviembre de 2023, Rosario Piedra y Nashielli Ramírez se confrontaron por la defensa de los migrantes centroamericanos en campamentos improvisados en distintas alcaldías de la Ciudad de México.

A través del comunicado DGDDH/314/2023, la CNDH respondió que “tuvo conocimiento del boletín 160/2023, de 14 de noviembre en curso, publicado por la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCDMX), mediante el cual señaló que el fin de semana pasado, en distintos puntos de la Ciudad de México, especialmente en las demarcaciones territoriales Iztapalapa y Gustavo A. Madero, se llevaron a cabo operativos por parte del Instituto Nacional de Migración (INM) dirigidos a personas en contexto de migración que permanecían en campamentos sobre calles y camellones, entre los que se encontraban familias, niñas, niños, adolescentes, hombres y mujeres, todos ellos pertenecientes a grupos de atención prioritaria, por lo que “urgió” a esta CNDH a que se investigue y monitoree las revisiones migratorias en comento”.

Y más adelante del comunicado-regaño señaló: “extraña el comunicado de la CDHCDMX, que sin tener información, la que con gusto le compartiríamos si fuera el caso, y sin tener esas facultades, pareciera que pretende aparentar que no sabemos nuestras funciones o no estamos trabajando en ellas”.

El conflicto lo retomó el director general de la Quinta Visitaduría, Raúl Arturo Ramírez y fustigó vía “X” a Nashielli Ramírez: “Trabajamos a favor de nuestros hermanos migrantes en forma permanente y sin protagonismos, no buscamos reflectores ni salir en los medios para congraciarnos con actores políticos para buscar chamba el año que entra”.

En estas candidaturas, ambas comisiones son usadas, como plataforma política y base de operaciones, a través de una compleja red de alianzas con políticos y acuerdos oscuros. Ese es el rostro actual de las comisiones de derechos humanos. Órganos partidistas alejados de las víctimas. Morena tiene en sus manos darle viabilidad a la CNDH, evitar una reelección y cerrar el paso a quien con apoyo del salinismo formó una carrera política sostenida en el neoliberalismo.

Por: Israel Mendoza Pérez

@imendozape

Editora: Socorro Juárez