Armenta y la clase política que no mira al retrovisor de corrupción



Lejos de los modelos de negocios para servirse y de la ostentación para aplastar al adversario y abrumar a las mayorías, como ocurrió recurrentemente en el pasado, la nueva clase política en Puebla, con el gobernador aún electo, nacerá con la consigna de utilizar el poder para servir.

Quien se comporte distinto a los postulados que han dejado la Cuarta Transformación (4T) y el presidente Andrés Manuel López Obrador, deberá abandonar su espacio en la administración estatal, es la consigna que Alejandro Armenta dejó, entre líneas, lo mismo que con explícita claridad, en su mensaje en la colocación del Bando Solemne en las sedes de los tres poderes del estado.

Es, desde este lunes 23 de septiembre, gobernador electo legalmente, con todas las formalidades y con todas las legitimidades, y a partir del 14 de diciembre será el mandatario constitucional del estado.

El discurso que el poblano pronunció particularmente en Casa Aguayo, sede del Poder Ejecutivo estatal, que encabezará, tiene dos valores que no pueden pasar inadvertidos:

Primero: un reconocimiento y homenaje al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en una semana entregará la Banda Presidencial a Claudia Sheinbaum Pardo.

La referencia al tabasqueño lo pondera en su dimensión histórica, como el fundador del movimiento al que Alejandro Armenta decidió pertenecer y al que se sumó hace más de siete años.

Segundo: tiene valor de firme instrucción para quienes formarán parte de su equipo en la administración pública. Armenta dejó claro que el poder es para servir y no para servirse.

Quienes intenten mirar al pasado de la corrupción, anhelando hacer de sus cargos un modelo de negocios o utilizar sus funciones y encargos para abusar, terminarán siendo expulsados.

Quien mire para atrás, quedará convertido en estatua de sal y terminará desmoronándose, valga la analogía con la parábola bíblica de la esposa de Lot, quien miró para atrás, aunque se le ordenó que no lo hiciera, cuando huía con su familia de Sodoma, poblada por gente extremadamente malvada.

El esquema de saqueo del morenovallismo, por ejemplo, no tendrá cabida en la próxima administración, por poner un ejemplo.

Vale la pena citar las palabras de Alejandro Armenta de este lunes, en la colocación del Bando Solemne.

“Cuando les hablo de este gigante de la historia actual de nuestro país, el presidente Andrés Manuel López Obrador, me quedo con una frase que recoge la filosofía del poder y recoge el concepto pleno de la bioética social del poder: ‘el poder solo se vuelve virtud cuando se pone al servicio de los demás’.

“Cuando el poder sirve para ti, para atropellar derechos, se convierte en tiranía, ese poder que ha honrado el presidente Andrés Manuel y que yo estoy seguro de que, de la mano de la doctora Claudia Sheinbaum, lo vamos a refrendar todos los días, así es que concluyo con ello.

“Muchas gracias, Puebla, por permitirnos soñar… Llevo desde 1990, mi vida pública empezó en Acatzingo, coordinando el deporte, las asambleas comunitarias, en 1990, son 34 años de vida pública al servicio y realmente.

“Cuando empecé a soñar en representar a Puebla, hace como 20 años, pero hoy este sueño a mí me marca, me obliga, me mandata a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para honrar en equipo, porque no se hacen las cosas solos, en equipo, esos anhelos que tienen las y los poblanos.

“Vamos a trabajar con todo entusiasmo, vamos a trabajar con emoción todos los días, vamos a trabajar con entrega todos los días, con pasión, pero siempre poniendo en cada uno de nuestros actos, de nuestras acciones, los sentimientos que los poblanos anhelan de nosotros”.

Las palabras son homenaje a López Obrador e instrucción, para su equipo.

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