La estrategia de patrullaje aéreo implementada por el Gobierno del Estado de Puebla en la zona metropolitana ha tenido un impacto directo en la reducción de conductas de riesgo en vialidades clave. De acuerdo con información oficial, esta medida ha contribuido a inhibir las carreras ilegales conocidas como “arrancones” y a una disminución del 20 por ciento en las infracciones por exceso de velocidad, particularmente durante horarios nocturnos.

La decisión de reforzar la vigilancia aérea se tomó tras una serie de siniestros viales registrados a finales de 2025, entre ellos dos accidentes ocurridos en la Vía Atlixcáyotl que dejaron un saldo de cinco personas fallecidas. A partir de estos hechos, la autoridad estatal priorizó la supervisión permanente en corredores con antecedentes de alta velocidad y concentración de vehículos.

La operación contempla el uso de helicópteros equipados con sistemas de iluminación de alta potencia, capaces de detectar y disuadir reuniones de automovilistas antes de que se concreten prácticas ilegales. Además de la Vía Atlixcáyotl, los bulevares Hermanos Serdán y Vicente Suárez fueron incorporados al esquema de vigilancia por ser puntos recurrentes de estas actividades. Datos de la Secretaría de Movilidad y Transporte indican que la presencia aérea ha generado un cambio en el comportamiento de los conductores, reflejado en la reducción de sanciones por velocidad indebida.

El despliegue se apoya también en un operativo terrestre coordinado, con alrededor de 3 mil elementos de corporaciones federales, estatales y municipales que realizan labores de vigilancia y reacción inmediata en toda la zona conurbada, así como en accesos estratégicos hacia municipios como Amozoc. Esta combinación de recursos ha permitido recuperar el control de vialidades que durante la madrugada eran utilizadas de forma irregular.

Aunque los resultados completos de la incidencia vial y delictiva correspondientes a diciembre se darán a conocer en 2026, los reportes preliminares señalan que la presencia constante de aeronaves funciona como un mecanismo disuasivo eficaz, al reducir la formación de grupos que anteriormente organizaban arrancones.

No obstante, el debate sobre la Vía Atlixcáyotl sigue abierto. Organizaciones especializadas en movilidad han reiterado que la vigilancia debe complementarse con intervenciones de infraestructura que ayuden a controlar la velocidad de manera permanente. En respuesta, el gobierno estatal mantiene en análisis un proyecto técnico de rediseño vial, considerando la complejidad del flujo vehicular en la zona de Angelópolis. Estudios oficiales advierten que la instalación de dispositivos de control, como semáforos, podría incrementar significativamente los tiempos de traslado, por lo que se busca una solución que equilibre seguridad y fluidez en una de las arterias más transitadas de la capital.

Como contexto adicional, cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que el exceso de velocidad se mantiene entre las principales causas de accidentes viales en zonas urbanas del país, lo que refuerza la relevancia de estrategias de prevención y control como las implementadas en Puebla.