Revisión del T-MEC abre oportunidad para que México sea corredor clave del gas natural rumbo a Asia
La próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) perfila un escenario estratégico para el sector gasero en Norteamérica, al colocar al gas natural como uno de los ejes centrales del acuerdo comercial. El proceso podría impulsar un reacomodo regional que permita a Estados Unidos fortalecer su posición como exportador de gas natural y gas natural licuado (GNL) hacia Asia, con México como plataforma logística y de tránsito hacia el Pacífico.
El gas natural destaca como uno de los productos energéticos en los que Estados Unidos mantiene una ventaja competitiva estructural, tanto por volumen de producción como por costos. En este contexto, la revisión del T-MEC representa una ventana para consolidar rutas de exportación alternativas, particularmente ante las limitaciones operativas que ha enfrentado el Canal de Panamá en años recientes, derivadas de la sequía y la reducción en los niveles de agua, situación que ha afectado de manera directa el tránsito de buques de gran calado, incluidos los de GNL.
México aparece como una opción estratégica para diversificar los flujos energéticos hacia Asia. Su posición geográfica y la infraestructura de gasoductos conectada con las principales cuencas productoras del sur de Estados Unidos permiten visualizar al país como un corredor terrestre competitivo para llevar gas natural hasta terminales de licuefacción en el Pacífico, reduciendo tiempos y costos frente a las rutas tradicionales.
Además de su papel logístico, México se mantiene como uno de los principales destinos del gas natural estadounidense. El suministro, proveniente en gran medida de la Cuenca Pérmica, resulta clave para la industria mexicana, que transforma este insumo en bienes manufacturados con mayor valor agregado, muchos de los cuales regresan al mercado estadounidense como exportaciones. Esta interdependencia refuerza la relevancia del gas dentro del engranaje productivo del propio T-MEC.
En este escenario, la coordinación regulatoria y administrativa entre ambos países en materia de permisos, derechos de vía e infraestructura energética se vuelve un factor determinante. El fortalecimiento de estas condiciones podría traducirse en mayores inversiones transfronterizas y en un posicionamiento más sólido de Norteamérica en el mercado global de GNL.
El interés en desarrollar rutas hacia Asia responde también a las proyecciones de demanda. De acuerdo con análisis del sector energético, esta región concentrará más de dos terceras partes del crecimiento mundial en la demanda de GNL hacia 2035, lo que la convierte en el mercado con mayor potencial para los exportadores. A ello se suma que los precios del gas natural en Asia y Europa suelen ubicarse significativamente por encima de los registrados en Norteamérica, ampliando el atractivo económico de estas exportaciones.
En conjunto, la revisión del T-MEC no solo definirá nuevas reglas comerciales, sino que podría sentar las bases para una reconfiguración energética regional, en la que México juegue un papel clave como enlace entre la producción gasera de Estados Unidos y los mercados asiáticos, en un contexto de creciente competencia global por el suministro de energía.




