El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, acusó que el ataque masivo lanzado por Rusia contra Kiev durante la madrugada de este sábado confirma que Moscú no tiene intención de poner fin a la guerra; la ofensiva incluyó el uso de cientos de drones y decenas de misiles, dirigidos principalmente contra infraestructura energética y zonas habitacionales de la capital.

De acuerdo con el mandatario ucraniano, las fuerzas rusas dispararon cerca de 500 drones y al menos 40 misiles, entre ellos armamento hipersónico. El saldo preliminar es de una persona fallecida, daños en edificios residenciales y miles de personas sin electricidad ni calefacción en distintos distritos de Kiev y su zona metropolitana.

Zelensky denunció que los ataques se intensifican incluso en fechas cercanas a las celebraciones de fin de año, lo que calificó como una agresión deliberada contra la población civil. Subrayó que el objetivo ruso es generar mayor sufrimiento y presión internacional, por lo que reiteró la urgencia de reforzar las sanciones y el respaldo militar a Ucrania.

En este contexto, el presidente ucraniano viajará a Estados Unidos para reunirse con Donald Trump y discutir un plan para frenar la invasión rusa, así como un esquema de garantías de seguridad. Previamente, sostendrá encuentros y conversaciones con líderes europeos y con el primer ministro de Canadá, Mark Carney, para coordinar posiciones diplomáticas.

Las autoridades militares de Kiev señalaron que las defensas aéreas lograron interceptar parte de los misiles, aunque reconocieron impactos en infraestructura crítica. Mientras continúan las labores de rescate y reparación, el gobierno ucraniano insiste en que cualquier esfuerzo diplomático solo será viable si va acompañado de seguridad efectiva y apoyo internacional sostenido.