En Puebla, el robo en el transporte público se consolidó como un delito frecuente y sin castigo. Durante 2024, la Fiscalía General del Estado (FGE) acumuló mil 515 denuncias por asaltos en unidades del transporte público, lo que representa un promedio de al menos cuatro robos diarios; sin embargo, hasta el 25 de marzo de 2025 no se reportó ninguna persona detenida ni sentenciada por estos hechos, de acuerdo con información oficial obtenida vía transparencia.

La falta de resultados en la procuración de justicia ha generado incertidumbre entre los usuarios, quienes han optado por asumir medidas de autoprotección como evitar ciertos horarios, no portar objetos de valor, ocultar el uso del celular y modificar su vestimenta durante los trayectos. Testimonios recabados señalan una creciente desconfianza hacia la efectividad de las autoridades para investigar y sancionar este delito.

Lo anterior ocurre pese a que el Código Penal del estado establece penas de seis a ocho años de prisión por robo, y contempla una agravante cuando el delito se comete en transporte público, lo que podría incrementar la sanción hasta en una mitad. No obstante, estas disposiciones no se reflejaron en acciones judiciales durante el último año.

Las cifras muestran un aumento sostenido en las denuncias por este delito. En 2020 se registraron 305 carpetas de investigación; en 2021, 431; en 2022, 610; en 2023, mil 112, y de enero a noviembre del año en curso, la cifra alcanzó mil 709 denuncias, lo que evidencia un problema creciente sin respuesta efectiva de las autoridades.