La captura de “El Limones” exhibe uso de sindicatos fachada por el crimen organizado
La detención y vinculación a proceso de “El Limones”, identificado como operador financiero de la organización criminal Los Cabrera, reveló el uso de estructuras sindicales como fachadas para el lavado de dinero, la extorsión y el control territorial.
De acuerdo con investigaciones judiciales, durante años estas supuestas representaciones laborales funcionaron como mecanismos para mover recursos de origen ilícito, presionar a autoridades y expandir la influencia criminal bajo una apariencia de legalidad, sin recurrir a la violencia directa.
Las indagatorias señalan que detrás de contratos, cobros de cuotas y actividades sindicales se ocultaba una red dedicada a operaciones financieras ilegales. Un juez federal consideró suficientes los elementos presentados por la autoridad para imponer prisión preventiva al imputado.
Durante la audiencia, se estableció que las actividades atribuidas a “El Limones” no correspondían a labores de activismo sindical, sino a una estrategia diseñada para encubrir acciones delictivas mediante estructuras formales.
El caso pone en evidencia un modelo de operación en el que el crimen organizado se infiltra en espacios institucionales para consolidar su presencia y evadir la acción de la justicia, abriendo un debate sobre los mecanismos de control y supervisión en organizaciones de carácter legal.




