En Puebla y en el resto del país, una persona necesita más de 4 mil 800 pesos mensuales para solventar la canasta básica urbana, de acuerdo con la medición de Líneas de Pobreza correspondiente a noviembre, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El informe detalla que el costo de la canasta alimentaria y no alimentaria en zonas urbanas se ubicó en 4 mil 809.10 pesos por persona, mientras que en el ámbito rural alcanzó los 3 mil 447.63 pesos. Estas cifras reflejan el nivel de ingreso mínimo necesario para cubrir alimentos, bienes y servicios esenciales, en un contexto donde el poder adquisitivo continúa bajo presión.

De acuerdo con el INEGI, la inflación anual registrada en noviembre fue de 3.8 por ciento. Aunque el incremento de precios en la canasta rural se mantuvo por debajo de ese promedio, en las zonas urbanas el alza lo superó, evidenciando un mayor impacto para quienes viven en ciudades, donde el gasto cotidiano resulta más elevado.

En el último año, el costo de la canasta urbana aumentó 180 pesos, mientras que la rural subió 118 pesos. Los mayores incrementos se concentraron en alimentos y servicios de consumo frecuente: comer fuera de casa, carne de res, leche, transporte y cuidados personales figuran entre los rubros que más encarecieron el gasto mensual de las familias.

El análisis del instituto también señala que los productos alimentarios son los que más influyen en el aumento del costo de vida, especialmente en las zonas urbanas. A esto se suman los gastos no alimentarios —como transporte, educación y cuidado personal— que refuerzan el impacto económico en los hogares y marcan el reto de cubrir lo básico con ingresos que no crecen al mismo ritmo que los precios.