Durante una sesión legislativa que se extendió por más de 24 horas, la diputada federal de Morena, Gissel Santander, emitió un enérgico posicionamiento en favor de la nueva Ley General de Aguas y cuestionó a los grupos parlamentarios del PRI y del PAN por oponerse al dictamen. Señaló que, durante años, ambos partidos evitaron legislar en materia hídrica debido a intereses comerciales.

La legisladora destacó que la propuesta busca establecer una gestión pública y transparente del agua, priorizar su uso para consumo humano, eliminar concesiones no utilizadas y fortalecer la seguridad alimentaria del país. Subrayó que el objetivo central es evitar que el acceso al vital líquido continúe siendo un privilegio para miles de familias.

Santander acusó a la oposición de rechazar la iniciativa no por argumentos técnicos, sino por la intención de preservar beneficios históricos. Además, afirmó que la nueva legislación busca reconocer y proteger los derechos de los pueblos originarios, quienes han enfrentado un acceso limitado al agua por generaciones.

El dictamen fue aprobado en comisiones con 28 votos a favor, 10 en contra —provenientes del PRI y el PAN— y 2 abstenciones de Movimiento Ciudadano. Según lo difundido durante la discusión, la ley pretende terminar con el uso del agua como mercancía, combatir la sobreexplotación y asegurar que el recurso permanezca bajo rectoría del Estado para garantizar su disponibilidad para la población.