Donald Trump indultó al expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, quien cumplía una sentencia de 45 años de prisión en Estados Unidos por narcotráfico. La Oficina Federal de Prisiones confirmó que Hernández salió el lunes de la cárcel de Hazelton, en West Virginia.

El indulto fue anunciado por la esposa del exmandatario, Ana García, y ocurre en medio de la ofensiva militar de Trump contra presuntos traficantes de drogas en el Caribe y el Pacífico, que ha dejado al menos 83 muertos. El presidente estadounidense también advirtió que realizará “ataques por tierra” contra países que considere productores o vendedores de drogas ilícitas.

Expertos y legisladores estadounidenses calificaron la decisión como contradictoria, al señalar que Hernández fue declarado culpable de facilitar el envío de más de 400 toneladas de cocaína a Estados Unidos. Analistas apuntan que el indulto genera un mensaje incoherente frente a la estrategia antidrogas del gobierno norteamericano.

Hernández había acusado en una carta a Trump que su caso fue resultado de una “persecución política” impulsada por el gobierno de Joe Biden. Tras el indulto, Trump calificó el proceso judicial como una “caza de brujas”. Sin embargo, exfuncionarios del gobierno de Biden señalan que buena parte de la investigación contra Hernández se desarrolló durante la administración de Trump.

La decisión ha provocado críticas tanto de demócratas como de republicanos, quienes cuestionan la lógica de liberar a un exmandatario condenado por narcotráfico mientras se intensifican acciones militares contra presuntos traficantes en la región.