Sheinbaum defiende la Ley de Aguas y atribuye protestas a intereses políticos y viejos privilegios
La presidenta Claudia Sheinbaum respaldó este martes su propuesta de Ley General de Aguas, en medio de bloqueos carreteros realizados por organizaciones agrícolas y transportistas en más de 20 estados. La mandataria aseguró que la iniciativa busca ordenar el uso del recurso y frenar prácticas que, a su juicio, han privilegiado a particulares durante años.
Los manifestantes exigieron soluciones a problemas de seguridad en carreteras, mejores precios para sus productos y revisiones al proyecto de ley. Aunque el Gobierno ha mantenido mesas de diálogo abiertas, los cierres de vialidades generaron tensiones y pusieron en duda el discurso oficial de estabilidad social.
Sheinbaum sostuvo que la mayor parte del agua del país se destina al riego agrícola y que la nueva legislación contempla apoyo público para modernizar esos sistemas. A cambio, dijo, los concesionarios deberán devolver al Estado el excedente de agua que ya no utilicen. Según la presidenta, algunos de los actuales permisos permiten que privados vendan agua a municipios sin pagar derechos, un ejemplo de los “privilegios” que su gobierno busca eliminar.
Ante los cuestionamientos, la mandataria insistió en que la reforma no pretende despojar a productores, sino frenar la mercantilización del recurso y asegurar su disponibilidad para toda la población. También reprochó que se recurra a bloqueos cuando existen espacios formales de negociación.
Sobre las protestas, Sheinbaum retomó las declaraciones de la Secretaría de Gobernación, que señaló posibles motivaciones políticas detrás de las movilizaciones. Aun así, reiteró que su gobierno no utilizará la fuerza pública y mantendrá el camino del diálogo para atender las inconformidades.



