Congreso y Senado de Estados Unidos ordenan abrir los archivos Epstein mientras crece la presión sobre Trump
El Congreso y el Senado de Estados Unidos aprobaron por amplísima mayoría una ley que obliga al Departamento de Justicia a desclasificar todos los documentos relacionados con el caso Jeffrey Epstein, el financiero acusado de organizar una red de explotación sexual de menores y que murió en prisión en 2019.
La medida, respaldada por demócratas y republicanos, despeja el primer gran obstáculo para que la información salga a la luz. Ahora, la decisión final recae en el presidente Donald Trump, quien anunció que firmará la ley. El viraje de Trump es clave: durante meses se opuso a la publicación bajo el argumento de que no existe ninguna “lista incriminatoria” ni nuevas pistas sobre cómplices del magnate caído en desgracia.
Pero la presión dentro de su propio movimiento, especialmente de figuras influyentes del universo MAGA, lo llevó a modificar su postura ante el creciente costo político de parecer que encubría información sensible. En septiembre, el mandatario ya había entregado más de 33.000 páginas relacionadas con el caso, aunque su contenido aportó poco a lo ya conocido.
El impulso para desclasificar los archivos creció también porque varias víctimas, congresistas y administradores del patrimonio de Epstein han señalado inconsistencias, negociaciones opacas y vínculos aún no esclarecidos con figuras públicas —incluido el propio Trump—. La narrativa de conspiración que domina a buena parte de la base republicana, convencida de que Epstein fue asesinado para silenciar secretos, volvió inviable cualquier intento de cerrar el tema sin mayor transparencia.
En este contexto, la Cámara Baja aprobó el proyecto con 427 votos a favor y solo uno en contra. Horas más tarde, el Senado amplió la presión al remitir el documento directamente al escritorio presidencial. Mientras tanto, el Departamento de Justicia aceleró una investigación sobre demócratas vinculados al caso, un movimiento que podría permitirle reservar ciertos materiales bajo el argumento de que forman parte de indagatorias en curso.
El debate ahora se traslada a la Casa Blanca. La fiscal general Pam Bondi podrá censurar material que incluya datos sensibles de víctimas menores de edad, un punto que quienes sobrevivieron a la red de Epstein consideran indispensable. Pero más allá de las excepciones, la expectativa es que una gran cantidad de información salga por fin a la luz. Para Trump, que intenta mantener cohesionado a su movimiento, la desclasificación ha dejado de ser un gesto de transparencia opcional y se ha convertido en una obligación política.



