Netanyahu rechaza de nuevo un Estado palestino mientras la ONU se prepara para votar plan de transición en Gaza
Pese a que esté lunes 17 de noviembre el Consejo de Seguridad de la ONU somete a votación un proyecto clave sobre el futuro de Gaza, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, volvió a dejar claro que su gobierno no aceptará la creación de un Estado palestino. La postura endurece el clima en el marco de la discusión internacional impulsada por Estados Unidos, que busca encaminar un proceso de pacificación tras dos años de conflicto.
El borrador de la resolución, parte del plan de alto al fuego promovido por la administración de Donald Trump, propone establecer una administración provisional en Gaza y desplegar una fuerza de seguridad internacional temporal. Aunque versiones anteriores evitaban mencionarlo, el texto actual abre la puerta explícita a un eventual Estado palestino, un punto que Israel rechaza de forma tajante.
“Mi posición no ha cambiado”, dijo Netanyahu al iniciar la reunión semanal de gabinete. Sus declaraciones respondieron a presiones internas, especialmente del ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, quien exige una reacción más dura frente a los gobiernos occidentales que han reconocido al Estado palestino. “Deje claro al mundo que aquí no habrá jamás un Estado palestino”, arremetió Smotrich en redes sociales.
Esa oposición no es exclusiva del ala más radical del gobierno. El ministro de Defensa, Israel Katz, reiteró que la posición israelí sigue siendo “clara”, mientras que el canciller Gideon Saar afirmó que no apoyará la creación de lo que calificó como un “Estado terrorista”. Itamar Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional, fue más lejos al negar incluso la legitimidad de la identidad palestina, a la que llamó una “invención”.
La votación en la ONU marcará el inicio formal de la segunda fase del acuerdo mediado por Washington, que llevó al cese del fuego y permitió la liberación de 20 rehenes en Gaza, así como la recuperación de casi todos los cuerpos de los israelíes fallecidos en cautiverio. A cambio, Israel liberó a cerca de 2,000 prisioneros y entregó más de 300 cuerpos de palestinos. El resultado de la votación podría redefinir el equilibrio político y diplomático en una región que sigue profundamente fracturada.



