Jara y Kast se disputarán la presidencia de Chile en una segunda vuelta marcada por el choque de proyectos
Chile acudió este domingo a las urnas en una elección presidencial inédita: por primera vez el país votó con padrón automático y sufragio obligatorio, lo que elevó la participación y tensionó una contienda cruzada por modelos políticos opuestos. Con el avance del escrutinio, quedó claro que ninguna de las ocho candidaturas alcanzaría el 50% necesario para ganar en primera vuelta, empujando la definición al balotaje del 14 de diciembre.
La sorpresa de la jornada la dio la candidata de centroizquierda Jeannette Jara, militante comunista y exministra, quien lideró el conteo con alrededor del 26% de los votos. Su ventaja sobre el ultraderechista José Antonio Kast —que obtuvo cerca del 24%— confirmó que la disputa final será un duelo frontal entre dos proyectos de país diametralmente opuestos: uno que reivindica la expansión de derechos sociales y otro que promete un giro conservador y un Estado más limitado.
El resultado reconfigura el mapa político chileno. La izquierda logró cohesionar el apoyo del oficialismo del presidente Gabriel Boric en torno a Jara, mientras que el bloque de derecha llegó fragmentado con tres postulaciones: Kast, la conservadora Evelyn Matthei y el libertario Johannes Kaiser. Dividido el voto, Kast volvió a imponerse como la opción dominante dentro de ese sector, por segunda elección consecutiva.
Las miradas ahora se dirigen a Franco Parisi, el economista que desde el extranjero obtuvo cerca del 19% de los sufragios y que podría convertirse en el gran árbitro de la segunda vuelta. Sus votantes —un electorado volátil y desalineado con los partidos tradicionales— serán codiciados por ambas campañas. Expertos prevén, sin embargo, que la mayor parte del voto conservador que sumaron Matthei y Kaiser en primera ronda se incline por Kast.
Tras conocerse los resultados, Jara destacó que “la democracia hay que cuidarla”, y anunció que incorporará propuestas de candidaturas excluidas del balotaje para sumar respaldos. Kast, por su parte, llamó a la “unidad por el bien de Chile”, flanqueado por Matthei y Kaiser, quienes ya formalizaron su apoyo. El país, mientras tanto, se encamina a una segunda vuelta altamente polarizada que definirá qué rumbo tomará Chile durante los próximos cuatro años.




