Senado de Estados Unidos avanza hacia acuerdo para reabrir el Gobierno, pero sin extender subsidios de salud
El Senado de Estados Unidos dio un paso clave hacia la reapertura del Gobierno federal, al aprobar una votación preliminar de 60 a 40 para avanzar en un proyecto de ley que financiaría las operaciones públicas hasta el 30 de enero de 2026, aunque sin incluir la extensión de los subsidios para atención médica exigida por los demócratas progresistas.
El acuerdo bipartidista fue posible gracias al respaldo de ocho senadores demócratas que se unieron a los republicanos, pese al rechazo del resto de su bancada. La decisión generó tensiones internas, pues los subsidios de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA) —que vencen el 1 de enero— han sido una prioridad para el ala progresista, que insiste en mantenerlos como parte del paquete fiscal.
El proyecto contempla reinstalar a los empleados federales afectados por el cierre, prohibir despidos hasta 2026 y garantizar el pago retroactivo de salarios a personal civil y militar. Además, incorpora tres proyectos de gasto para financiar programas sociales, de veteranos y del poder legislativo.
El texto deberá ser aprobado por el pleno del Senado, luego por la Cámara de Representantes, y finalmente enviado al presidente Donald Trump para su promulgación. La votación final podría demorarse varios días si los demócratas optan por retrasar el procedimiento.
Como parte del acuerdo, los senadores pactaron someter a votación en diciembre la extensión de los créditos fiscales de la ACA, que ayudan a millones de estadounidenses de bajos ingresos a costear su seguro médico.El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, vivió un incómodo momento durante su aparición en el partido de la NFL entre los Washington Commanders y los Detroit Lions, donde fue recibido con una mezcla de aplausos y, sobre todo, abucheos.
Trump llegó al estadio Northwest, en las afueras de la capital, apenas dos minutos antes del medio tiempo, acompañado por el presidente del Congreso, Mike Johnson, y el empresario Josh Harris, propietario del equipo local. Su imagen en las pantallas gigantes desató una sonora reacción del público.



