Jorge Antonio Sánchez Ortega, exagente del extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y uno de los nombres que más polémica han rodeado el asesinato de Luis Donaldo Colosio, fue detenido este sábado en Tijuana, Baja California. La aprehensión fue ejecutada por elementos de la Fiscalía General de la República (FGR), de acuerdo con el Registro Nacional de Detenciones.

Aunque la FGR no ha precisado los delitos que se le imputan, fuentes locales aseguran que la detención responde a una orden federal pendiente. Sánchez Ortega fue señalado desde 1994 como posible “segundo tirador” en el magnicidio de Lomas Taurinas, debido a que, tras el ataque, se le encontraron manchas de sangre en su ropa y rastros de plomo y bario en las manos, indicios compatibles con el uso reciente de un arma.

Aun así, en aquel entonces fue liberado un día después, cuando la entonces Procuraduría General de la República (PGR) concluyó que el único responsable había sido Mario Aburto Martínez, hoy preso y sentenciado por el crimen.

El caso de Sánchez Ortega volvió a cobrar relevancia en 2024, cuando la FGR lo señaló formalmente como el segundo tirador y solicitó una orden de aprehensión. Sin embargo, un juez la negó al considerar que las pruebas presentadas —basadas en un testimonio aislado— no eran confiables. La Fiscalía apeló, y el tema llegó a la agenda pública luego de que el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador urgiera al Poder Judicial a resolver, insinuando posibles actos de encubrimiento.

Treinta años después del asesinato que marcó a una generación, el nombre de Sánchez Ortega reaparece en el expediente Colosio. Mientras tanto, Mario Aburto continúa siendo el único condenado, pese a las inconsistencias y teorías que siguen alimentando las dudas sobre lo que realmente ocurrió aquel 23 de marzo de 1994.