Fallece James Watson, el Nobel que descifró el ADN y quedó marcado por la controversia
James Watson, uno de los científicos más influyentes del siglo XX y figura clave en el descubrimiento de la estructura del ADN, falleció a los 97 años, informó el Laboratorio Cold Spring Harbor (CSHL), institución en la que desarrolló gran parte de su carrera. Su trabajo, junto a Francis Crick, transformó la biología moderna al revelar la forma de doble hélice que sustenta la herencia genética.
Nacido en Chicago en 1928, Watson fue un prodigio académico: ingresó a la universidad a los 15 años y se doctoró a los 22. En 1953, mientras trabajaba en la Universidad de Cambridge, logró —junto con Crick y apoyado en las imágenes de rayos X captadas por Rosalind Franklin y Maurice Wilkins— uno de los descubrimientos científicos más importantes de la historia. La hazaña les valió el Premio Nobel de Medicina en 1962.
Pese a su legado, la trayectoria de Watson quedó ensombrecida por declaraciones racistas y misóginas que lo llevaron al aislamiento académico. En 2007, fue obligado a dejar su cargo en el CSHL tras afirmar que existían diferencias intelectuales entre personas de distintas razas. Años después, también subastó su medalla del Nobel alegando haber sido “marginado” del mundo científico.
A lo largo de su vida, Watson fue tanto un pionero de la genética como una figura polémica. Dirigió durante un tiempo el ambicioso Proyecto Genoma Humano, cuyo objetivo fue descifrar el mapa completo del ADN, pero su legado sigue dividido entre el genio que descifró el código de la vida y el hombre que no logró escapar de sus propias sombras.




