Un ataque con arma blanca ocurrido la noche del sábado dentro de un tren de alta velocidad que viajaba de Doncaster a Londres dejó nueve personas gravemente heridas, dos de ellas en estado crítico, según informó la Policía de Transporte británica (BTP), que declaró una “emergencia grave”.

El primer ministro Keir Starmer calificó el hecho como “profundamente preocupante” y expresó sus condolencias a las víctimas, mientras que el rey Carlos III se declaró “consternado” por el suceso.

El ataque se produjo poco después de que el tren de la empresa London North Eastern Railway (LNER) saliera de Peterborough, en el condado de Cambridgeshire. Pasajeros relataron escenas de pánico, con personas corriendo por los vagones y refugiándose en los baños para escapar de la agresión.

La policía recibió la primera llamada de emergencia a las 7:42 p.m. hora local y, ocho minutos después, dos sospechosos fueron detenidos cuando el tren realizó una parada de emergencia en la estación de Huntingdon.

Este domingo, la BTP informó que solo uno de los detenidos permanece bajo custodia, un ciudadano británico de 32 años, acusado de intento de homicidio. El segundo sospechoso, de 35 años, fue liberado sin cargos. Las autoridades aclararon que no existen indicios de terrorismo y que se trabaja para establecer el motivo del ataque.

En total, 11 personas fueron atendidas en hospitales, de las cuales nueve presentan heridas graves. El secretario de Defensa, John Healey, calificó el hecho como un “ataque aislado”. El tren permanece acordonado en la estación de Huntingdon mientras avanzan las investigaciones.

El Reino Unido mantiene bajas tasas de homicidio y los ataques múltiples son inusuales, aunque los delitos con arma blanca han aumentado en la última década: más de 51 mil casos fueron registrados en Inglaterra y Gales durante los últimos 12 meses, según la Oficina Nacional de Estadísticas.