Empresarios piden reforzar seguridad ante incremento de asaltos en la autopista México–Puebla
				La inseguridad en la autopista México–Puebla ha comenzado a afectar al transporte de pasajeros, lo que generó preocupación entre el sector empresarial poblano. La presidenta de Coparmex Puebla, Beatriz Camacho Ruiz, hizo un llamado urgente a las autoridades para reforzar la vigilancia y evitar que los grupos delictivos amplíen su actividad hacia este tipo de transporte.
Durante una conferencia de prensa, Camacho informó que la Canapat registró un incremento en los asaltos a unidades de pasajeros, motivo por el cual ambas cámaras empresariales se reunieron con la Guardia Nacional para solicitar mayores operativos y prevenir que los delincuentes que atacan a transportistas de carga diversifiquen sus delitos.
Aunque la Guardia Nacional reportó una reducción del 35 % en los robos a transportistas durante los últimos tres meses, los empresarios señalaron que la percepción de inseguridad persiste. En el mismo periodo, se frustraron 40 intentos de asalto gracias al patrullaje de 60 unidades, pero los sectores productivos consideran que las acciones aún son insuficientes.
Camacho Ruiz destacó la necesidad de consolidar el programa de “paraderos seguros”, que busca habilitar estaciones de descanso vigiladas para conductores de transporte pesado. El primer punto, en Amozoc, ya opera con servicios básicos, mientras que el siguiente, en Esperanza, está en fase de permisos e inversión.
Por su parte, la Guardia Nacional reportó que entre agosto y octubre se registraron 161 asaltos, de los cuales 41 fueron frustrados y 23 personas detenidas. Los puntos más conflictivos continúan siendo el Triángulo Rojo y San Martín Texmelucan.
Como parte de la estrategia de contención, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes clausuró 23 accesos irregulares utilizados como rutas de escape y prepara la instalación de 218 cámaras de videovigilancia a lo largo del tramo poblano.
Los empresarios insistieron en que la coordinación entre autoridades federales y estatales es esencial para proteger a los viajeros y evitar que la autopista México–Puebla siga siendo un punto crítico de inseguridad en el país.
                    

                    
