El Hospital General Regional San Alejandro del IMSS volvió a abrir sus puertas en Puebla, marcando un nuevo capítulo para miles de derechohabientes que durante años fueron canalizados a otras unidades médicas tras el sismo de 2017.

Después de ocho años de espera, el renovado complejo hospitalario inicia operaciones con equipos de última generación y la incorporación de servicios especializados que antes no estaban disponibles, como hemodiálisis, quimioterapia y una clínica de cáncer de mama.

Por el momento, el hospital reanudó actividades en su área de Urgencias, donde ya se reporta el ingreso de ambulancias y pacientes que acudieron para recibir atención o dar seguimiento a sus tratamientos. En días previos, personal médico y administrativo fue capacitado dentro del inmueble para operar el nuevo equipamiento y realizar pruebas técnicas antes de su apertura formal.

El proyecto requirió una inversión superior a los 3 mil millones de pesos, de los cuales mil 600 millones se destinaron a infraestructura; 54.5 millones a equipamiento médico; mil 209 millones a la basificación del personal, y 625 millones a nuevas contrataciones, de acuerdo con información del director general del IMSS, Zoé Robledo Aburto.

Hoy, el nuevo San Alejandro cuenta con 282 camas, seis quirófanos y 35 especialidades médicas, además de áreas equipadas con 17 máquinas de hemodiálisis, 10 sillones para quimioterapia y unidades de cuidados intensivos, tomografía, mastografía y Rayos X de última generación.